Vavrinec llegó a ocupar la posición número 76 del ranking WTA.
¿Qué sería de los hombres sin las mujeres? Ellas son bastiones a la hora de construir una carrera exitosa en cualquier campo de la vida. Se convierten muchas veces en el motor y motivación para llegar a la cima, y conseguir logros inimaginables en la mente de cualquier soñador. En el mundo del deporte, existen muchas mujeres claves para distintos atletas que se han convertido en leyendas y, sin duda, Miroslava Vavrinec es una de ellas.
Roger Federer llegó a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 con 19 años, cargando en sus hombros la ilusión de conquistar su primera medalla olímpica, pero lo que no esperaba es que en ese lugar del mundo sucederían cosas que le cambiarían la vida para siempre a nivel personal. Sería el inicio de una trayectoria majestuosa al lado de una mujer que a pesar de no tener su mismo talento con la raqueta, lo apoyaría para que pudiera convertirse en el mejor de la historia del tenis.
El joven suizo no logró llevarse ninguna presea en aquellas justas orbitales tras perder en semifinales frente a Tommy Haas y, luego, ante el francés Arnaud Di Pasquale en la lucha por la medalla de bronce. Sin embargo, Federer ganó mucho más de lo que perdió en esa corta estancia en Australia, puesto que pudo conocer a una «Mirka»-apodo de Vavrinec- de 22 años, junto a quien tuvo la posibilidad de compartir gracias a que también estaba representando a Suiza en ese evento. En el último día en suelo australiano se besaron y, sin saberlo, dieron el primer paso de una relación envidiable.
En 2002 jugaron juntos tres partidos de dobles mixtos en la Copa Hopman, de los cuales perdieron dos-frente a Australia y España- y ganaron uno contra Argentina. Suiza no pasó la fase de grupos en esa competición, pero Roger y Mirka se seguían conociendo y compartían cada vez más tiempo juntos. Algo grande estaba destinado a suceder. En ese mismo año, a la edad de 24 años, Vavrinec tuvo que dejar el tenis por una lesión, y lo que podría convertirse en una decepción, para ella se convirtió en la oportunidad de acompañar al amor de su vida en un camino lleno de triunfos.
«Su Majestad» alcanzó la posición número uno del ranking ATP el dos de febrero del 2004, lo logró después de consagrarse en la final del Australian Open, venciendo al ruso Marat Safin. Durante todo ese año conservó la cima de la clasificación y demostró que su grandeza no era casualidad, mientras que Mirka ya hacía parte de su palco.
En 2009 decidieron contraer matrimonio, y en ese año Federer consiguió el que hasta hoy es su único título de Roland Garros, por si fuera poco nacieron sus primeras dos hijas (en 2014 nacieron otros dos gemelos). Sin dudarlo, este fue un año inolvidable para la familia Federer, también ganó Wimbledon y perdió las otras dos finales de Grand Slam.
Ustedes se preguntarán, ¿A qué se ha dedicado Mirka en todos estos años? Ella se ha encargado de lo que tiene que ver con las relaciones públicas de Roger y la parte de marketing, según el Diario El País de España. Detrás de un mago con la raqueta, está una dama que ha sabido cuidar su imagen y representarlo de la mejor manera posible, además de ser una madre muy dedicada a sus cuatro hijos.
El recuerdo que tengo más presente de los años recientes de esta pareja fue cuando el maestro suizo se consagró en el Australian Open 2017. El momento en que ella lo abraza en el vestuario, mientras él sostiene el trofeo en sus brazos es emotivo, y deja ver lo importante que fue ese instante para los dos, más si se tiene en cuenta que Federer venía de una larga lesión y muchos especulaban con que le sería difícil levantar una nueva corona de Grand Slam, debido a que ya tenía 35 años.
En numerosas ocasiones, el tenista ganador de 20 Grand Slams ha dicho que si su esposa no quisiera seguir viajando, él dejaría la actividad profesional y se dedicaría a su familia, pero Mirka tiene la misma ambición que él de extender la leyenda, y por qué no, ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Antes de conocer a Mirka, Federer tenía un carácter muy diferente, destrozaba raquetas y hacía muchas «pataletas» en la cancha. No se puede asegurar que su cambio de comportamiento fue gracias a la influencia de Vavrinek, sin embargo si tuvo mucho que ver, tener a una persona incondicional a su lado.
[author title=»Andrés Matallana Avella: » image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/666041598975852544/hSbddU6p_400x400.jpg»]Twitter @Andresf0724. Apasionado por el tenis. Disfruto del deporte blanco dentro y fuera de la cancha[/author]
