La japonesa parece haberse reencontrado en el torneo estadounidense.
El año de Naomi Osaka parecía bastante oscuro, sin embargo, parece que el WTA 1000 de Miami ha sido un verdadero impulso para la ex número 1 del mundo que arribó a las semifinales con una marca bastante notable y que no conseguía desde 2019.
La japonesa superó en los cuartos de final a la reciente finalista del Abierto de Australia, la estadounidense Danielle Collins, por 6-2, 6-1 para alcanzar la ronda de las cuatro mejores con un adicional: no ha perdido sets en los cuatro partidos que ha disputado.
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Y es que la última vez que Osaka vivió algo parecido fue en septiembre de 2019 en el WTA 500 de Osaka, por lo que queda más que claro que este Miami es bastante especial para ella no solo por la ronda a la que ha arribado, sino por el nivel que ha demostrado.
Por el paso a su primera final en este torneo, la asiática tendrá una rival de bastante entidad: será la suiza Belinda Bencic quien también superó a la australiana Daria Saville en dos sets.
Redacción Match Tenis