La nipona de 21 años capturó su segundo título de Grand Slam consecutivo.
A Naomi Osaka no le bastó con haberse convertido en la primera japonesa de la historia en consagrarse en un torneo de Grand Slam. Quedarse con el máximo trofeo en el último US Open, superando a quien más admira en el circuito, no fue suficiente para ella, y por eso decidió presentarse en Melbourne para decirle al planeta tenis que lo sucedido en Nueva York estuvo lejos de ser una casualidad.
Este sábado, la oriunda de Osaka se convitió en la nueva campeona del Australian Open tras imponerse en el partido cumbre ante la checa Petra Kvitova con parciales de 7-6(2), 5-7 y 6-4 tras dos horas y 43 minutos de juego.
Redacción Match Tenis