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Naomi Osaka volvió a una final de WTA 1000 en pista dura tras más de tres años al vencer a Clara Tauson por 6‑2, 7‑6(5) en Montreal. La japonesa, que no alcanzaba esta instancia desde el Miami Open 2022, mostró solidez para cerrar el partido en una hora y 45 minutos.
“Estoy muy feliz, aunque ahora mismo lo único que pienso es que tengo sueño”, confesó Osaka con una sonrisa tras el triunfo. “Estoy emocionada por jugar mi primera final en pista dura desde que volví”.
El partido tuvo un giro inesperado cuando Osaka lideraba ante Tauson por 6‑2, 4‑2. “¿Qué pasó? La vida, no sé”, bromeó. “Ella es una gran jugadora, y si le das una mínima oportunidad, te presiona. Es muy buena restando, así que mantener el saque fue complicado”.
La final será ante Victoria Mboko, la joven canadiense de 18 años que viene de eliminar a Rybakina salvando un match point. Osaka reconoció haberla observado: “Fue impresionante cómo se mantuvo calmada. Es increíble que lo haga en su torneo local”.
Al enterarse de que Mboko la consideraba su ídolo desde hace cuatro años, Osaka se mostró sorprendida. “Nunca me había pasado. Estoy en shock. Es muy tierno. Supongo que mañana tengo que tener una buena actitud para que no deje de admirarme”, dijo entre risas. “Cuando la vi en la tele pensé: ‘Es como mi pequeña gemela’, con los vestidos azules y los moños”.
Sobre su enfoque en el torneo, Osaka explicó que ha intentado no exigirse demasiado. “Siempre digo que voy partido a partido. Me gusta aprender de cada encuentro. No esperaba mucho, pero aquí estoy. Es gracioso”.
La japonesa también valoró su estado físico, pese a jugar tres partidos en tres días. “Ahora mismo me siento como una abuela, pero soy de las que se recuperan rápido. Siempre me he sentido mejor cuanto más juego. Espero que eso sea suficiente contra una adolescente que seguro estará más fresca”.