El tenista serbio Novak Djokovic ha confesado por qué optó por declinar una oferta de patrocinio muy lucrativa por parte de una empresa de bebidas, alegando que la propuesta no estaba alineada con sus valores personales y su filosofía de vida. En una entrevista con Piers Morgan, señaló que se niega a promocionar o respaldar productos que él mismo no consumiría o recomendaría a sus hijos: “No bebo eso, no lo comería, así que no lo voy a representar”.
Djokovic explicó que este tipo de decisiones forman parte de una estrategia a largo plazo: prioriza la coherencia y la integridad antes que la recompensa económica inmediata. Recordó que, en diversas ocasiones, ha rechazado grandes contratos porque simplemente no se sentía cómodo siendo vocero de algo en lo que no creía. “La integridad me importa más que el cheque”, afirmó.
Más allá de ese rechazo, el serbio ha consolidado alianzas con marcas que comparten su enfoque hacia el bienestar, la salud y el deporte responsable. Este episodio sirve para ilustrar su postura firme: ganar títulos en las canchas no lo es todo; también lo es mantenerse fiel a sus principios fuera de ellas.
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