El tenista serbio acumula 30 títulos de Masters 1000 -segundo más ganador de la historia-, y en Cincinnati se encuentra ante la posibilidad de ganar el único certamen de esta categoría que no tiene en su vitrina.
La actual edición de Cincinnati no será una más para Novak Djokovic, que tiene la oportunidad, no solo de demostrar que está a la altura de sus rivales y sanar la dolorosa derrota que sufrió la semana pasada a manos del griego que casi pierde la vida en el mar Egeo, sino de luchar por el único gran torneo que hasta el momento no está en su repertorio.
Por el momento, la carrera para lograr ese hito empezó de la mejor manera para el nacido en Belgrado, pues superó en sets corridos a Steve Johnson, por 6-4 y 7-6(4), tras 120 minutos de juego. Durante la primera manga, se desarrolló un encuentro parejo en el que cada jugador sostuvo con comodidad su servicio hasta el cuatro iguales. Sin embargo, en ese momento de tensión se presentaron vaivenes de parte y parte, que solo fueron aprovechados por un ‘Nole’ que terminaría adelantándose en la pizarra por 6-4.
Para el segundo set, un rápido quiebre del exnúmero 1º del mundo le allanó el panorama y tomó una distancia de 3-0. Pero la recuperación del estadounidense no se hizo esperar. En un abrir y cerrar de ojos ganó los siguientes cuatro games y sirvió para refrendar un break. Sin embargo, nuevamente aparecieron destellos de calidad de Djokovic que lo llevaron muy cerca a la victoria (tuvo siete bolas de partido), pero fue con el tiebreak -y su noveno match point– que pudo sellar el triunfo con un 7-6(4).
De esta manera inició el camino del actual número diez del mundo hacie el único título de Masters 1000 que no está en su vitrina. Por el momento, deberá ir paso a paso para no ponerse presión y, si quiere seguir soñando, deberá superar a Adrian Mannarino, su próximo escollo.
Redacción Match Tenis