Le pusimos la lupa a la novedosa estrategia para potencializar el Circuito ATP
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La ATP por final aprobó la primera fase de la estrategia planteada por Andrea Guadenzi. Fueron dos años los que tuvo que esperar el mundo del tenis para empezar a ver cambios en su estructura, luego de que fue planteada la premisa, que se vio interrumpida por la inoportuna y atareada pandemia, los largos debates y los intereses personales de algunos.
Parece que el proceso de alcanzar el máximo potencial del tenis, gracias a la democratización, armonización y redistribución de los recursos, al fin está tomando forma. Andrea Guadenzi fue quien tomó la batuta en esta carrera casi obligada para otorgarle al tenis la gloria que merece.
El hoy presidente de la ATP, nombrado en 2020, y quien también tiene experiencia como jugador, pues fue profesional e incluso llegó a ser número 17 del mundo en 1995, fue quien tuvo esta visión de un tenis ecuánime, competitivo, atractivo.
Gaudenzi se refirió a los esfuerzos de la ATP diciendo que “Nuestro deporte tiene una gran ventaja y se encuentra al frente de una nueva era de crecimiento. Alcanzar nuestro potencial requiere que estemos unidos, busquemos nuevas oportunidades de crecimiento y nos enfoquemos en lo que más importa: los aficionados. OneVision nos da un plan de juego para hacer precisamente eso. Su lanzamiento representa un momento vital para el circuito y un esfuerzo colectivo en nuestro deporte. Estoy muy emocionado por lo que está por venir”.
La primera fase tiene cinco pilares fundamentales que buscan alcanzar un tenis más armónico. En primer lugar, buscan alterar el calendario, en lo que ellos titulan como una mayor oportunidad para los fans de ver a las estrellas en los torneos más grandes, por eso es que Madrid, Roma y Shanghai tendrán, desde el 2023 un total de 12 días de acción y en 2025 Cincinnati y el National Bank Open los seguirán. La ATP asegura que con esto tendrán mayor acción, mayor oportunidad de recuperación para los deportistas, podrán incrementar los montos por victoria y las grandes estrellas podrán abrir los torneos, con un planteamiento más inteligente de los cuadros. También se pone en la mesa, la introducción de un nuevo Master 1000 en hierba.
“Estamos tratando de dar mayor entretenimiento, en una cantidad más grande de días” dijo Guarenzi quien también afirmó que “las personas están solo presentes en los partidos grandes, como lo son las semifinales y finales de los Slams. El objetivo es alcanzar los 100 millones de fans, que sigan el deporte más cerca, cada vez más, cada año.”
El segundo, tercero y quinto pilar sostienen que la ATP debe invertir más en sus torneos, en términos de infraestructura dentro y fuera de la cancha para mejorar la experiencia de los fanáticos, los sponsors y los jugadores. Además, recalca que empezarán a pensar de una manera más consciente para poder sacarle un mayor provecho a los derechos comerciales, adaptándose a las nuevas formas de comunicación que las nuevas tecnologías han introducido dentro de la era digital. Otra parte importante es la participación de los jugadores en la toma de decisiones, bajo una representación que les dará voz y voto, y anunciaron que han aumentado en dos el número de directores que tendrán el poder de votar cuando sea requerido, sobre el devenir del tour. Esto supuestamente para reducir el conflicto de intereses.
El cuarto pilar corresponde a los premios. El dinero repartido entre jugadores y torneos siempre ha generado desconfianza, por eso es que se ha tomado la determinación de tercerizar el proceso de monitoreo de las ganancias, de forma privada se excluye cualquier tipo de manipulación de los números y se propone un vistazo transparente y pluralizado.
Guadenzi afirmó que “El problema es la falta de confianza entre jugadores y torneos. Y todas esas peleas que toman lugar cada año que toman el 80 o 90 por ciento de nuestro tiempo y energía son sobre el uno, dos o tres por ciento del total del dinero destinado a premiación” Agregando que este proceso lo que hará es que las ganancias sean compartidas y que crezcan proporcionalmente para ambas partes.
Lo cierto es que parece que el futuro del tenis girara alrededor del dinero. Son pocos, hasta ahora, los cambios que se han introducido al juego. Los fanáticos no encontrarán más que referencias económicas en esta nueva tesis salvadora; y quizá, un par de días más de acción para los torneos, que al final, significan un mayor número de ingresos. El planteamiento, aunque cargado de ilusión, se queda un poco como una cábala capitalista. El tenis merece un trato más deportivo, más artístico y elocuente.
Por Juan Diego Forero Vélez
