Tras una nueva derrota del número cuatro del mundo, los fantasmas le seguirán acompañando de aquí al final de la gira de polvo de ladrillo, incluso más allá, sino hilvana uno que otro buen resultado. Después de pisar en falso Montecarlo y Barcelona, son tres eventos los que le quedan a Rafael Nadal, para terminar la primera mitad del año. A la vista: Madrid, Roma y Roland Garros.
Entre Madrid (campeón), Roma (finalista) y Roland Garros (campeón), está la gran cosecha de Nadal de 2014. Juntando los tres torneos, son 3.600 puntos los que defiende y es allí, donde tiene enfrentar una situación bastante compleja sino quiere tener una baja considerable en el ranking.
La primera estación será la Caja Mágica. Allí su tenis suele darle buenos dividendos. Sin contar 2012, año en el que se utilizó la polémica tierra azul, el manacor siempre ha llegado a la final (desde el 2009 que se juega en arcilla). El título fue suyo en 2010, 2013 y 2014. Mientras que en 2009 (cayó con Federer) y 2011 (cayó con Djokovic), fue derribado en el encuentro decisivo. Madrid, tierra del equipo de sus amores (Real Madrid), será un territorio idóneo, para que su tenis comience a soltar. Seguramente, la altura de la capital de España, hará que sus tiros corran más y que esa peligrosidad que se reclama, vuelva a su estado natural.
Tras aquella parada, los focos aterrizarán en Roma. Y es que si Madrid, podría ser su plataforma de despegue por la calidez del público, que seguramente lo apoyará en masas, la capital de Italia, será un incentivo para la memoria. Allí solo ha perdido tres partidos, pero lo realmente importante es que ha levantado siete títulos. En 2005, 2006, 2007, 2009, 2010, 2012 y 2013 fue el mejor. El foro itálico, espera por el finalista de 2014.
Finalmente llegará a su casa, a Roland Garros. Allí es donde todas las miradas le acompañarán, mientras este con vida en el torneo. Nueve títulos sobre su espalda, serán el plus que tendrá ante la posible falta de confianza con que llegue a la ciudad luz. En diez participaciones, solo ha perdido un partido: Robin Soderling, 2009. Luego, todo ha sido alegría. 66 Triunfos, respaldan la candidatura del hijo de Mallorca a su décimo grande en París.
Con tres torneos por jugar sobre polvo de ladrillo, Rafael Nadal, todavía tiene mucho trecho por recorrer. Un par de buenas victorias, seguramente, alejarán esa desconfianza que hasta el momento le acompaña. En Madrid, Roma o Roland Garros, la bestia, intentará, volver a rugir.
Redacción MATCH TENIS
