‘Su Majestad’ recurre una vez más a la fórmula que le ha permitido consagrarse en las últimas dos ediciones del Abierto de Australia
En 2017, Roger Federer regresaba a Perth (Australia), a jugar la Hopman Cup luego de 15 años y después de superar una lesión que lo mantuvo alejado de las canchas por espacio de seis meses. Aquel fue el inicio de un año plagado de victorias para ‘Su Majestad’ al ganar siete títulos, incluidos el Abierto de Australia y Wimbledon; en el año que está por culminar hizo lo propio y esta vez cuatro coronas, incluida una vez más la del Abierto de Australia se fueron derecho para la vitrina del helvético.
Y como si se tratara de un amuleto de la buena suerte, Federer da inicio a su calendario competitivo en el único torneo de equipos mixtos por naciones que existe en el mundo. “Espero que una vez más sea el comienzo de una gran temporada para mí, porque las últimas dos lo han sido. La Copa Hopman es un buen lugar para comenzar la temporada y espero que este año vuelva a ser el mismo”, dijo Federer a la página oficial del torneo, mientras disfrutaba de una visita a The Pinnacles, uno de los sitios turísticos más atractivos de Australia.
De entrada, el actual número tres del ranking ATP se quitó algo de presión, pues dio una declaración la cual deja mucho para pensar. “Creo que con mi edad la gente sabe que si hiciera algo extraordinario… sería increíble. Y si eso no sucediera, tal vez sea lógico”. Federer debutará el próximo 30 de diciembre ante el británico Cameron Norrie, el 1 de enero regresará al ruedo, esta vez frente al estadunidense Frances Tiaofe y tres días después chocará con el griego Stefanos Tsitsipas.
Es de anotar que Suiza tiene tres títulos en esta competición y en dos, Federer ha estado presente; en 2001 con Martina Hingis y en 2018 con Belinda Bencic.
Redacción Match Tenis