El suizo valoró su regreso a Roland Garros por primera vez desde 2019 y las sensaciones de estar nuevamente en el tour.
Un regreso exitoso fue el que tuvo el campeón de 2019 en Roland Garros. Con apenas un partido previo antes de llegar a París -y fue derrota en Ginebra-, Roger Federer jugó un partido impecable ante el uzbeko Denis Istomin y lo venció en tres sets, lo que lo clasificó a segunda ronda donde enfrentará al croata Marin Cilic.
El suizo destacó que se sintió cómodo en los movimientos durante su encuentro, pero en algunos momentos tuvo que acudir a la calma para poder llevar con mayor inteligencia ciertos tramos del partido. «Sentí que hoy realmente hice un esfuerzo más grande en los swings y no tanto en los movimientos como en la práctica, donde solo vas punto por punto por punto. También a veces tuvo que decirme a mí mismo: ‘Tómate un poco de tiempo, camina hacia la toalla, haz algo diferente'».
En líneas generales fue una mejor actuación respecto a Ginebra y se lleva puntos positivos para lo que será su próximo reto. Sin embargo, Federer dejó claro que, pese a la gran experiencia que tiene en el tour, sigue habiendo circunstancias más allá del tenis a las cuales ha tenido que empezar a acostumbrarse nuevamente después del parón que ha tenido.
«Me sentí en general mucho más claro, mucho mejor. Creo que me estoy acostumbrando nuevamente al torneo y al ritmo de los partidos, a todo: las toallas, el reloj de lanzamiento y todo lo que conlleva», admitió.
Por último, el helvético habló sobre la importancia de regresar al circuito y dejó un claro mensaje hacia Wimbledon: «Para mí, al volver después de muchos meses y más de un año de rehabilitación, la vara de medir siempre será: «¿Puedo volver a un buen nivel contra buenos jugadores?» Espero que en Wimbledon sea ese lugar, pero puedo que logre algo aquí».
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Redacción Match Tenis.