Lucie Safarova vuelve a tocar el cielo. La checa se quedó con el WTA Premier de Doha, el mejor de todo su palmarés, al vencer a Victoria Azarenka 6-4, 6-3 y así vuelve a ganar un trofeo desde 2013.
Foto: AFP
Una alegría contenida. Necesidad que duró un año, cinco meses y unos días más. Lucie Safarova sabe nuevamente qué es estar en lo más alto del podio, se siente la reina ante una dinastía y no en cualquiera. Doha conoce a su monarca, un torneo que vio pasar a muchas de las mejores en la semana y solamente dos -como siempre- buscan alcanzar algo que siempre se ha llamado gloria; pero que esta vez la de Brno prefiere cambiar la connotación y expresarlo como «resurgir».
En una semana donde las piernas y el brazo funcionaron a plenitud, era casi una opción definitiva que la dosis se repitiera en una final donde tenía como rival a Victoria Azarenka, a la que nunca había vencido en seis ocasiones previas, y que estaba viviendo en Catar una resurrección luego de ese fatídico 2014 donde tuvo más tristezas que alegrías. Safarova fue con mentalidad de fiera, acondicionó la raqueta para empezar a inquietar la comodidad de la bielorrusa que no estaba en una final desde Brisbane 2014. La checa también era ajena hace un tiempo a estas instancias, desde Quebec City 2013 no conocía el fervor de vivir el último día de un torneo.
Las ansias estuvieron de lado de la de República Checa. No había pelota que no buscara profundidad, todas tenían como destino cualquier ángulo que dejara inofensiva a la exnúmero uno del mundo. Fue tomar el primer quiebre para mandar el telegrama al otro lado de la red. Pero Azarenka no decayó ante el primer golpe: como escalando la montaña más alta empezó a tomar oxígeno y de topetazo igualó las acciones. Todo a pura garra, a la manera como Vika sabe hacerlo. Pero el día no era de ella, Azarenka entregó su servicio en un momento crítico, el noveno game lo dejó en el camino y Safarova aprovechó la oportunidad. El primer set quedó en su maleta.
La sonrisa empezó a dibujarse con el pincel más fino. Lucie dio un paso hacia la cima, era la que comandaba un duelo que buscaba acabar con el hambre de no tener trofeos hace ya un tiempo. Allí, en esa necesidad, la hoy 15 del mundo y que tiene a tiro el top ten, entró en confianza, amarró la pelota a la raqueta buscando que el duelo no se le fuera por el drenaje. Victoria, aquejada por algunos dolores en sus miembros inferiores, trataba de no entregarse. Pero el golpe de gracia quedó en el tercer juego, ese donde no pudo mantener la regularidad y le entregó el bastón del partido a la contrincante. Luego fue una lucha para tratar de recuperarse y en donde no pudo encontrar respuesta desde su tenis y su mente: tres break points se le escaparon como cometa y Safarova se alimentó de ello. Fue el toque final para que la de Brno se viera inmaculada.
Ahora la sonrisa es completa: un trofeo y su primera victoria ante Azarenka en siete enfrentamientos, con el plus de que se produce en una final. Lucie Safarova vuelve a ganar un título desde 2013 y ya suma seis coronas en su vitrina. Desde atrás miran Quebec City, Forets Hills (2), Gold Coast y Oeiras como Doha se suma a la fila que ella misma espera que se alargue aún más. Victoria no se va con las manos vacías: se le escapa el trofeo pero la confianza la vuelve a sentir. Fue una semana donde se dio cuenta que aún puede ser la reina del tenis femenino.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg» ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor en jefe de Match Tenis. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]
