Había 19 años de diferencia entre las protagonistas del segundo turno de este sábado en la Rod Laver Arena. Por un lado estaba Serena Williams, multicampeona de Grand Slam a sus 37 años, y por el otro se encontraba la figura emergente del tenis ucraniano, Dayana Yastremska, de apenas 18 años.
La lógica indicaba una cómoda victoria por parte de la estadounidense. Y por eso, a pesar del entusiasmo y del buen papel que venía protagonizando la europea durante la semana, la menor de las Williams no quiso sorpresas, por lo que aseguró un cupo en los octavos de final del Australian Open, imponiéndose 6-2 y 6-1 en apenas 67 minutos de partido.
Lo realmente llamativo de este choque generacional fue la reacción de Yastremska al acercarse a la red para saludar a su oponente. Con tan solo 18 años había perdido ante la mejor jugadora de la era contemporánea -y tal vez de la historia- en la tercera ronda de un Grand Slam, pero su frustración la llevó a las lágrimas.
«Cuando me dirigía hacia la red noté que Yastremska estaba muy decepcionada», relató Serena en conferencia de prensa, que percatarse de que sucedía no dudó en acogerla y expresarle su apoyo por el papel que había cumplido en Melbourne. «Me gusta que se haya ido decepcionada. Eso demuestra que no vino simplemente a jugar, ella estaba aquí para ganar«, explicó la heptacampeona del major australiano.
Revive el bonito gesto que tuvo la norteamericana con su joven rival:
Redacción Match Tenis
