Ya se sabía que las semifinales femeninas de esta edición 2017 del US Open habían sido monopolizadas por jugadoras nacidas en el país anfitrión. Solo restaba conocer quiénes accederían al partido definitivo.
Es la segunda vez en la historia del US Open –desde la Era Abierta- que la final la disputarán dos jugadoras debutantes en finales de Grand Slam.
El primer duelo de la jornada tuvo en cancha a Sloane Stephens frente a la histórica Venus Williams. La actual número 83 del mundo y la dueña de 7 ‘majors’ jugaron un partido más que emocionante y lleno de contrastes; fue 6-1, 0-6 y 7-5 para la jugadora de 24 años, quien se mostró equilibrada, consistente y muy serena, a pesar de la instancia que estaba disputando ante la mayor de las hermanas Williams, especialmente en el primer set.
Venus, por su parte, arrancó muy precipitada; por momentos estuvo nerviosa, arriesgando mucho en cada uno de sus tiros, lo cual la llevó a cometer 17 errores no forzados en la primera manga. Su reacción se vio en el segundo set, cuando insistió con la agresividad de sus golpes, pero a ello le puso cabeza fría para estructurar mejor los ataques. Fue así que aplastó a su rival en el segundo parcial, equilibró la balanza y obligó al desempate.
El último set sacó lo mejor de cada una de las aspirantes a la final; lo mejor se vio desde el 4-4 en adelante. Los últimos cuatro juegos se disputaron mayormente en la red y fue allí donde Stephens aprovechó su buen momento para quedarse con el saque de Venus, 6-5, juego de saque y pasaje al partido del sábado para la joven Stephens, que disputará la 5° final de su carrera.
Recién se supo de la victoria de Stephens, fue cuestión de minutos para conocer cuál sería su rival en el partido decisivo. La segunda semifinal enfrentó a Madison Keys y a Coco Vandeweghe, dos que también llegaban con la motivación de luchar por un lugar en el último partido de este US Open versión femenina.
A diferencia de lo que fue el primer partido de la jornada, el juego entre Keys y Vandeweghe fue un trámite; terminó con parciales de 6-1 y 6-2 a favor de la número 16 del mundo, quien dominó ampliamente a su compatriota y no le dio ni siquiera una chance de quiebre. Cuando el segundo set se encontraba 4-1, Keys solicitó asistencia médica para vendar su pierna derecha, debido a algunas molestias que sintió durante ese tramo del partido, y parecía que se abría una luz de esperanza para Vandeweghe. Sin embargo, la jugadora de 22 años cerró el partido ganando el 76% de los puntos que disputó con su primer servicio, porcentaje de puntos idéntico al que consiguió cada vez que debió jugar con su segundo saque.
Será la séptima final en la carrera de Madison Keys; en sus 6 registros anteriores, la estadounidense ha obtenido el título en tres ocasiones, y ha caído en otras tres.
La última vez que dos jugadoras nacidas en Estados Unidos disputaron su 1° final de Grand Slam fue en el Australian Open 1978. Aquella vez, Barbara Jordan venció a Sharon Walsh (6-3, 6-3) y consiguió su único título grande. Ahora será el turno de las jóvenes Stephens y Keys, cuyo historial se encuentra empatado con 2 victorias para cada una.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/742066367357161472/-CXpz_zc_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha (Twitter: @Marcelob11) Nací en Bogotá, tengo 22 años, soy estudiante de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de La Sabana. Fanático del fútbol argentino y el tenis[/author]
