Según la mitología nórdica al gigante Ymer se le debe la creación del mundo
En la parte nórdica de Europa, área en la que sitúan Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, y las regiones autónomas de Islas Feroe, Groenlandia y Aland, Ymer fue un gigante de Hielo, era tan alto, que las montañas más altas le servían de almohada. Un día mientras dormía, el gigante Ymer tuvo hijos consigo mismo, empezó a sudar y, de pronto, surgieron del sobaco izquierdo una criatura masculina y otra femenina. Ese fue el origen de los ‘gigantes de escarcha’, a veces llamados troll u ogros.
Y fue Odín, el Dios supremo de la mitología nórdica el encargado de derrotar a Ymer y su estirpe. El cadáver del gigante fue llevado hasta el centro del inmenso vacío, lo pusieron sobre el abismo. Entonces, sobre su cuerpo sin vida se creó el mundo. La sangre de Ymer se transformó en mar, su carne en tierra, sus huesos en rocas y peñascos, de su cabello nació la flora, Odín lanzó el cerebro de Ymer muy alto, dando origen a las nubes.
Millones de años más tarde, un país nórdico, en este caso Suecia acude a la dinastía Ymer, Elias y Mike para crear un mundo de fe y esperanza pensando en la Copa Davis. No son gigantes y su piel no es blanca, tampoco provienen del hielo; todo lo contrario, no poseen gran estatura, ambos miden 1.83 metros, son de raza negra, pues tienen raíces etíopes, un país africano en el que el calor azota de día y de noche.
Y es que los suecos tienen con qué ilusionarse, pues los hermanos hacen parte de un grupo de tenistas a los que se les ha denominado Next Gen ATP, llamados a ser los grandes protagonistas del Circuito Mundial a futuro. Su proceso está algo atrasado con relación a tenistas de su edad como Alexander Zverev, Karen Khachanov, Daniil Medvedev, Borna Coric, Stefanos Tsitsipas, entre otros; sin embargo, en cualquier momento y con una buena orientación pueden dar el paso.
De hecho, van por buen camino, pues Elias, el mayor ganó a finales del año pasado dos torneos de la categoría Challenger, acercándose peligrosamente al Top-100; sin embargo, este año no ha jugado por una lesión en su tobillo. Entre tanto, Mike ganó a comienzo de año el Challenger de Noumea (Nueva Caledonia) siendo este su primer título en esta clase de competencias.
Los Ymer, al igual que al ser al que se le debe la creación del mundo según su mitología, buscarán brillar en el frío bogotano e intentar darle inicio a un nuevo mundo para su país en el torneo por naciones más importante del planeta en el tenis masculino.
Redacción Match Tenis
