Desde que surgió en 2008, la Unidad de Integridad del Tenis (TIU por sus siglas en inglés) se ha convertido en el terror de los jugadores aliados con redes de apuestas ilegales. Los últimos años han estado envueltos por sanciones de distinto calibre; algunos han sido expulsados definitivamente del tenis –como ocurrió con Joao Souza– y otros han contribuido con las investigaciones y, por ende, sus penas han sido reducidas, como le pasó en días anteriores a Nicolás Nicker.
Esta semana, en medio del parate mundial que vive el deporte blanco, la TIU hizo pública la sanción de Patrick Keane, un británico de 24 años que fue hallado culpable de amañar sus partidos, lo que le significó una suspensión de tres meses y una multa de 500 dólares. Si comparamos esta suspensión con la de otros jugadores, no parece de mucha gravedad; sin embargo, lo llamativo es que a Keane parece que no le afectará mucho, ya que se ha mantenido inactivo en el circuito ITF desde mediados de 2018.
Su última presentación oficial data del 14 de mayo de 2018, cuando disputó -y perdió- la primera ronda del ITF de
De acuerdo con el periodista argentino Sebastian Torok, Keane confesó la existencia de cuatro cuentas para apostar en partidos en los que no estaba él involucrado, entre el 18 de agosto y el 18 de septiembre de 2019. La sanción empezó a regir el pasado 30 de marzo y terminaría el 29 de junio, lo que supondría otro beneficios para el británico, teniendo en cuenta que ayer se anunció que no habrá tenis, como mínimo, hasta el 13 de julio.
Curiosa decisión de la Unidad de Integridad del #Tenis. No por la razón del castigo, sino porque el sancionado no compite desde mayo de 2018. El británico Patrick Keane (24 años; sin ranking) recibió una suspensión de 3 meses y una multa de US$ 500 por apostar en partidos. pic.twitter.com/nqxJLjRDxx
— Sebastián Torok (@sebatorok) April 2, 2020
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]