El oriundo de Dunblane firmó su séptima victoria de la temporada.
Los octavos de final en el ATP 250 de Shenzhen presentaban un desafío mayúsculo para un Andy Murray que ha padecido la irregularidad de su juego tras haber retornado al circuito a mediados de este 2018. El escocés debía enfrentar a David Goffin, el rival mejor ranqueado de todos los que había enfrentado hasta ahora, por lo que las expectativas podían convertirse en una inyección de confianza o en una nueva decepción.
En uno de sus mejores partidos del año -si no el mejor-, el ex N°1 del mundo derrotó al belga con parciales de 6-3 y 6-3, mostrando señales positivas en el aspecto físico, ya que se movió bastante bien dentro de la pista y sacó golpes que permiten pensar en un 2019 más auspicioso para él.
Tras haber anunciado que dejará de competir una vez finalizada la gira asiática, Murray aspira a quedarse con alguna de las dos coronas que aún hay en juego, y para eso deberá superar en los cuartos de final a Fernado Verdasco, quien dejó en el camino al japonés Taro Daniel por 3-6, 6-2 y 7-5.
Redacción Match Tenis
