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Sara Errani y Andrea Vavassori se coronaron campeones del US Open 2025 en dobles mixtos tras vencer a Iga Swiatek y Casper Ruud por 6‑3, 5‑7 y 10‑6 en una final digna del novedoso formato. Pero más allá del resultado, el evento dejó una huella profunda en quienes participaron, especialmente en los finalistas derrotados, que ofrecieron una lectura honesta de esta experiencia y repasaremos a continuación.
Casper Ruud destacó el ambiente como uno de los grandes logros del torneo. “Fue un partido muy divertido. No empezamos bien, pero luchamos. Estar en un Arthur Ashe lleno a medianoche, en plena semana de clasificación, es algo que no pasa seguido. La gente se metió en el partido, nos dio energía. Aunque estábamos abajo 6‑3, 5‑4, con ellos sacando, sentíamos que seguíamos vivos”.
Iga Swiatek coincidió: “Al principio tuvimos que ajustarnos a su estilo. No es lo mismo jugar contra dos doblistas que contra dos singlistas. Creo que lo hicimos bien al encontrar el ritmo. Sara y Andrea jugaron muy bien, pero nosotros también hicimos que fuera competitivo. Eso es lo que busca este evento. Me encantó la experiencia”.
Ruud también explicó las dificultades técnicas que enfrentaron, especialmente al devolver el saque de Errani. “Muchos cometimos errores ahí. Andrea se mueve muy bien en la red. Los singlistas no estamos acostumbrados a cruzar cuando alguien saca a 70 millas por hora. Es frustrante: crees que hiciste una buena devolución y él está ahí para cerrar el punto. Al final decidí elegir un lugar y si él estaba ahí, que fuera mérito suyo”.
Sobre el formato comprimido en dos días, Swiatek fue clara: “Es la única forma en que los singlistas podemos jugar sin afectar el torneo principal. Tal vez se podría ajustar el calendario de Cincinnati, pero el sistema de sets cortos funciona. En la final, al jugar a seis juegos, tuvimos oportunidad de remontar”.
Ambos reconocieron la calidad de los doblistas y la necesidad de abrir más espacios. “Solo hubo tres doblistas en el cuadro. Entiendo la frustración de quienes no pudieron jugar. Tal vez el torneo lo revise para el próximo año”, dijo Ruud. “Fue bueno que ganaran los que debían ganar, pero nosotros lo hicimos competitivo. Todos sentimos la presión de una final de Grand Slam”.
“Iga es humilde, fácil de tratar. Nos entendimos bien”, dijo Casper. “Somos como los hijos de Rafa”, bromeó Iga, en referencia a su estilo tranquilo y colaborativo.
