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TENIS DE PAPEL

por Andrés Peraza
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Por la indebida creación del órgano directivo de la Liga de Tenis del Tolima y varias anomalías en su gestión, el expresidente Hernando Álvarez Urueña está siendo investigado. Este escándalo salpica a la Federación Colombiana de Tenis y descubre serias irregularidades en el ‘deporte blanco’ en el país.

El tenis colombiano atraviesa un serio revés. Contra el expresidente de la Liga de Tenis del Tolima, Hernando Álvarez Urueña, reposa desde hace unos días en la Fiscalía General de la Nación una denuncia penal con todos los soportes probatorios que lo inculpan de la comisión de varios delitos. Todo comenzó en 2009 luego de la salida de Milton Espinel como presidente de ese organismo deportivo. Durante dos años esa entidad quedó acéfala. En 2011 se llevó a cabo la asamblea general ordinaria que permitió conformar el órgano de administración, control y disciplina, en la que se eligió a María Guiomar Gómez como nueva presidenta; Hernando Álvarez Urueña fue asignado en la comisión disciplinaria.

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Sin embargo la asamblea no cumplió con los requisitos establecidos por sus estatutos y por la Ley 181 del Deporte. En la elección, que por norma debía contar con mínimo cuatro clubes, participaron solamente dos con los papeles en regla, Los Ocobos y el Club Campestre de Ibagué. Comfenalco no estaba afiliado y Match Point no llenaba el formulario legal, era un club de papel. Mientras que el Club Roland Garros, que sí estaba legalmente inscrito, no fue invitado.

En julio de 2014 se disolvió el órgano de administración de la liga. Gómez renunció con su equipo de trabajo debido a la persecución y a las tutelas interpuestas por Álvarez Urueña en respuesta también a la no convocatoria de su hijo a un torneo Interligas, con un solo propósito: ocupar el máximo cargo en la liga.

El presidente de la FCT, Gabriel Sánchez Sierra, había sido informado de lo que estaba sucediendo. Quizás para evadir responsabilidades acudió a Coldeportes, que le ordenó mediante la resolución número 001593 del 17 de julio de 2014 promover un comité proliga para su restructuración. Con la anuencia del gerente de Indeportes Tolima en ese momento, Orlando Molina Pérez, y la de su coordinador deportivo, Alfredo Mahecha, se citó a asamblea extraordinaria para nombrar a los nuevos miembros del órgano de administración. Se realizó el 12 de diciembre de 2014 y contó con la presencia de Sánchez Sierra. Participaron seis clubes, y una vez más, tres no contarían con la afiliación legal de la liga (club Universidad de Ibagué; Club Real Dulima y Club Match Point). Eran de papel. Allí Álvarez Urueña fue nombrado presidente. Debía completar el período estatutario de María Guiomar Gómez, a vencerse el 15 de diciembre de 2015. En el acta al parecer no dejaron constancia, aclaración o anotación que se trataba de una elección por el resto del periodo estatutario, como lo establecen los estatutos y las normas legales.

Con el período estatutario vencido, durante 2016 Álvarez Urueña fungió como presidente de la Liga desde la que ejerció representación, convocó a asambleas, organizó torneos y administró recursos públicos y firmó y celebró contratos y convenios, algunos con entidades públicas. En enero de 2017 se denunció penalmente a Álvarez Urueña ante la Fiscalía General de la Nación.

De octubre de 2013 a noviembre de 2015 el reconocimiento deportivo de la Liga del Tolima –que lo asigna Coldeportes– estaba vencido. A pesar de ello la FCT, que conocía la situación, no tomó los correctivos e igual le asignó torneos, les permitió a sus jugadores actuar en el circuito nacional juvenil y la dejó participar en el Torneo Interligas de Pereira 2015. Estas acciones se repitieron en 2016.

Hoy la Liga de Tenis del Tolima, cuyo período estatutario termina el 15 de noviembre de 2019, se encuentra sin junta directiva. Según Magdalena Vargas, coordinadora de Deporte Aficionado de Coldeportes, “actualmente ese organismo deportivo se encuentra acéfalo y no cuenta con la estructura contemplada en el Artículo 21 del decreto Ley 1228 de 1995. El periodo estatutario de los miembros que integran los diferentes órganos internos de los organismos deportivos, es inmodificable”.

“La parte legal de la Liga ha tenido muchos vacíos. Pero ahora ha tocado fondo debido al interés personal de Álvarez Urueña, con quien no se ha alcanzado ningún tipo de beneficio para el tenis del Tolima, de hacer de esa entidad un botín personal. Ha saboteado profesores, creado y desbaratar clubes y especialmente ha favorecido a su hijo, tenista, quien recibió todas las atenciones de entrenadores y de recursos”, dice Eduardo Estupiñan, exdirectivo deportivo y profesional de la salud.

Ecos y ruidos

Este escándalo tiene eco en los XX Juegos Deportivos Nacionales Ibagué 2015, que continúa tronando por los graves problemas en la contratación y construcción de los escenarios. El 6 de noviembre de 2014, faltando un día para el inicio de las justas, Coldeportes expidió de manera sospechosa, sin convocar a asamblea oficial con los clubes y a través de un correo electrónico, la resolución de reconocimiento deportivo a la Liga, lo que la habilitó para participar.

Para John Clark Ruiz, padre de la tenista juvenil Laura Ruiz, el manejo de la liga en la administración de Álvarez Urueña ha sido muy malo. “A los padres que no hemos estado de acuerdo con él nos ha hecho sus enemigos, así como a nuestros hijos. Una de las infracciones, de la que soy testigo, es que en complicidad con sus entrenadores falseó las planillas que requiere Indeportes para pagarles a los profes incluyendo jugadores que no existían y que no habían asistido a las clases. Esto ha atentado contra el desarrollo del tenis de la región imposibilitando construir una liga de competencia”, asegura.

El lunes 6 de marzo pasado, Coldeportes, cabeza del deporte colombiano encargado de inspeccionar, vigilar y controlar a las entidades deportivas, recibió un derecho de petición para que investigue las maniobras de la Liga de Tenis del Tolima y el de la FCT. También puso en aviso a Indeportes Tolima para que haga lo propio con los clubes que la constituyen.

“La resolución del comité proliga entendimos que fue la de crear una nueva liga. Hubo una confusión. Y la gobernación aclaró el tema. Para nosotros íbamos hasta 2019. Tenemos la presunción de legalidad pues no hubo acto doloso ni con mala fe. En diciembre de 2015 no se citó a asamblea porque la realización de los Juegos Nacionales nos absorbió totalmente. En respuesta a todo esto, estamos con la conciencia tranquila” manifiesta Hernando Álvarez Urueña, quien agrega referente a las listas de los entrenadores, que no eran su responsabilidad; estos son contratados por Indeportes, encargados por ende de supervisarlos.

¿Caso aislado? 

¿Por qué Coldeportes no inspeccionó la estructura de la Liga antes de reconocerla deportivamente? ¿Por qué Instituto Municipal para el Deporte y Recreación de Ibagué (Imdri) no averiguó y chequeó la conformación de los clubes y les dio el aval a unos que no cumplían con los requisitos? ¿Con qué intereses la Federación le asignó torneos sabiendo que su periodo estatutario estaba vencido? ¿Por qué la entidad rectora del tenis nacional no tomó cartas en el asunto y la dejó funcionar como si nada pasara?

Estos actos irregulares de la liga habrían tenido la anuencia por acción u omisión de funcionarios de Coldeportes, el Imdri y la Federación. Pero, ¿qué intereses hay detrás? “Hay gente que busca aspiraciones a como dé lugar, crean clubes de papel o aceptan esos clubes para poder contar con los votos determinados y ser elegidos o reelegidos. Pasa en algunos deportes y en algunas regiones de Colombia. Nuestra organización deportiva tiene su régimen, pero no hay vigilancia”, aporta Julio Vélez, presidente Asociación de Ligas de Antioquia y exdirectivo de la Liga Antioqueña de Tenis. “Pero algunas personas al entrar al sistema detectan sus vacíos y se sumergen en el círculo vicioso”, concluye Vélez.

Habrá que esperar el desarrollo de la investigación. Por lo pronto, en junio comienza un nuevo ciclo para el tenis colombiano con la designación del nuevo presidente de la FCT, que relevará a Sánchez Sierra, elegido en ese cargo en 2004. Un gran desafío se establece para la nueva administración: dirigir el sistema con pantalones largos, dar ejemplo de buenas prácticas, limpiar el sistema y fortalecer su liderazgo, hoy, frágil como el papel.

Por: Pablo de Narváez

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