La reedición de la final ilustraba la tarde como principal plato fuerte del día en la Caja Mágica. Dominic Thiem, contra lo prácticamente imposible: derrotar al emperador Rafa Nadal en Madrid. Si alguien sabe bien lo que es apear al balear en arcilla, ese es el austriaco. Lo hizo el curso pasado, en los cuartos de final del Masters 1000 de Roma. Tras ese duelo, Nadal fulminó al vigente número siete mundial en Roland Garros y, este año, en el pasado torneo de Montecarlo (6-0 y 6-2).
Thiem tenía claro el plan de juego. Profundidad y potencia. Su derecha es un cañón con pólvora de la buena. Lo demostró ayer ante Coric, de manera especial, en una remontada que le dio moral. Tanta moral que salió a la Manolo Santana como un vendaval dispuesto a toserle Nadal. Dispuesto a acabar con el récord de 50 sets consecutivos sobre tierra que ostentaba el balear. «Mi actitud hizo la diferencia. En Montecarlo llegué liquidado; en cambio, hoy salté a la cancha convencido de ganar», sostuvo el vencedor en rueda de prensa.
Rafa no era el de otras tardes. El mallorquín, errático, gesticulaba de manera constante. Erraba derechas que se perdían en el más allá de la línea de fondo. Fallaba, incluso, remates sencillos. «Hoy no leí los botes de la pelota de forma adecuada, no logré dominar los puntos y por eso tampoco pude moverlo (a Thiem) para hacerlo sentir incómodo», apuntó el balear. «Él siempre estuvo en buena posición para desplazarse por la pista y luego pegar buenos tiros».
Thiem se abonaba a las líneas. La bola le quemaba. El austriaco carburaba con el firme criterio de doblegar la marca de Rafa. Y lo hizo. Eso sí, después de haber desperdiciado una ocasión para cerrar el primer parcial al 5-4 y saque. Igualó Nadal pero, acto seguido, volvió a perder su servicio. Miraba a su box. No era el de siempre. Después de eso, el pupilo de Galo Blanco sentenció el parcial (7-5). Destrozó el récord.
Dos dobles faltas al 1-1 confirmaban que Nadal andaba lejos de la Caja Mágica. La Central madrileña trataba de recuperarle. No había forma. El número uno fruncía el ceño. Thiem le daba motivos. A la quinta pelota de quiebre; break. Consolidación. El partido, cuesta arriba. Tan cuesta arriba que, pese recuperar la rotura, Nadal la volvió a perder y cayó y, con ello, también el cetro mundial que nuevamente estará en manos de Roger Federer. «Se hace muy complicado mantenerse como Nº1 sin competir durante cinco meses. Desde Shanghai hasta Montecarlo no terminé ningún torneo», expresó Rafa
El suizo celebra desde su casa la vuelta a la cima del escalafón mundial, mientras que la enorme actuación del nacido en Wiener Neustadt lo tendrá luchando por un cupo en la final ante el sudafricano Kevin Anderson.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/947115456313389056/6XbxWQhc_400x400.jpg» ]DAVID SÁNCHEZ: @DASanchez__. Periodista especializado en tenis. Voleador nato en la red 2.0 y un jugador regular desde fondo histórico. Ágil y con capacidad de adaptación a todo tipo de superficies textuales. Español pero cosmopolita gráfico. He publicado en medios como CNN Chile, Sphera Sports, SportYou o El HuffPost y colaborado con emisoras radiofónicas como Radio MARCA, esRadio, RNE o Radio Internacional.[/author]