El actual número 4 del mundo volverá a disputar las semifinales del ATP 250 de su país después de cuatro años.
Siendo el mejor jugador austriaco de la historia, resulta extraño lo difícil que se le ha hecho a Dominic Thiem demostrar toda su jerarquía sobre la arcilla de Kitzbühel. Desde su debut absoluto en 2011 -siete participaciones-, el austriaco acumula cuatro derrotas en primera ronda, dos semifinales y una final, por eso, la victoria que firmó este jueves no fue una más.
De hecho, el 7-6(4), 6-4 con el que se impuso ante el español Pablo Andújar le permitió acceder a la fase de los cuatro mejores del ATP 250 de su país por tercera ocasión. La primera se dio en 2014 -cuando fue finalista y perdió- y la más reciente fue hace cuatro años -en 2015-, cuando quedó ad portas de disputar una nueva definición tras caer con el alemán Philipp Kohlschreiber.
Ahora, Thiem tendrá una nueva oportunidad de luchar por su primera corona sobre la arcilla del país que lo vio nacer. Para eso deberá superar el penúltimo obstáculo, que este año será encarnado por Lorenzo Sonego, quien superó en su partido de cuartos de final a Fernando Verdasco con un doble 6-4. Esta será la primera vez que el austriaco y el italiano choquen entre sí en el circuito mundial.
La otra llave será protagonizada por Albert Ramos, que ya encadena tres semifinales consecutivas en torneos ATP 250 (Bastad y Gstaad, además de Kitzbühel) y cuatro en total, si sumamos su actuación en el Challenger de Perugia durante la segunda semana de julio. Allí, el español se medirá ante el noruego Casper Ruud, verdugo del único suramericano que continuaba en carrera, el uruguayo Pablo Cuevas, a quien derrotó por 6-3, 7-6(3).
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]