Actualmente, la bogotana se encuentra desarrollando ‘Mental Tenis’, un proyecto con el que se plantea ayudar a jugadores en este aspecto tan vital.
La pandemia del Covid-19 ha sido fuente constante de historias, e Italia, uno de los países más afectados, no podía ser la excepción. La protagonista de este relato es Andrea Rodríguez, una colombiana que hace 22 años viajó a Roma en busca de un mejor futuro a través del tenis, y justamente cuando lo estaba consiguiendo, el mundo frenó bruscamente y el proyecto en el que venía trabajando quedó en el aire.
«Fue algo de tradición. Empecé a jugar desde muy pequeña por mi papá -Luis Eduardo Rodríguez- en la Liga de Tenis de Bogotá. Pasó el tiempo y ya estaba compitiendo a nivel nacional e incluso llegué a ser campeona a los 12 años», cuenta la entonces jugadora cafetera, que al momento de decidir qué hacer para su futuro decidió viajar a Italia.
«Me fui con mi primer hijo y luego de mi llegada y adaptación, que más o menos duró un año, empecé a trabajar como entrenadora. Al principio fue difícil por la comunicación; el lenguaje técnico del tenis en italiano es complicado», explica. «Hubo inviernos y veranos muy fuertes. El cambio cultural y de hábitos también fue complicado», recuerda de aquella época. Y a esas dificultades se le sumaba el hecho de ser mujer en una profesión -como muchas- dominada por egos y machismo. «El 80% de los entrenadores son hombres, así que hacerme espacio fue mucho más difícil, más siendo extranjera«
Antes de la pandemia, dictaba clases privadas en uno de los mejores clubes de Roma, y se encontraba desarrollando un novedoso programa que inventó en 2018, llamado Tenis en Roma. «Alguna vez le dicté una clase en inglés a unos turistas y recuerdo que fue una experiencia muy satisfactoria, porque, al estar de paso, se mostraban relajados y en actitud de aprender y conocer. Eso me ayudó a darme cuenta que el proyecto era posible, porque esta es una ciudad con 40 mil turistas al día. Para el tenista extranjero, jugar en polvo de ladrillo romano, en medio de tanta belleza de la ciudad, es una experiencia única». De esa manera, Andrea sustenta las necesidades que tiene como madre, entrenadora e hija.
Tenis en Roma ha tomado mucha fuerza, para fortuna de la protagonista de esta historia. De hecho, en la actualidad hace parte del top 30 actividades al aire libre que recomienda Trip Advisor. «Ha tenido gran acogida y cada vez se ha dado a conocer más. Busqué entrenadores italianos que dominaran más idiomas y ese proyecto ha estado en marcha en los últimos dos años. No ha sido fácil pero poco a poco está tomando fuerza».
Lastimosamente, el Covid 19 pospuso el desarrollo de esta interesante iniciativa. «Fue algo inesperado. Yo salí del trabajo el 9 de marzo y esa noche empezó la cuarentena. Al otro día fui al supermercado a comprar ciertas cosas para tener y desde ese momento no volví a salir de mi apartamento», relata. «La crisis me frenó por completo. Aquí nadie se imaginaba la magnitud de este fenómeno. Italia estaba desprevenida frente a esta situación».
Si para cualquier persona es difícil estar en cuarentena, para un entrenador de tenis debe serlo aún más. «Lloré, me desesperé, pensé en mi trabajo y me preocupé por mi familia en Colombia», confiesa sobre los primeros días que estuvo en casa. «Fue un golpe muy duro. Pasé de salir hasta 10 horas al día, a no salir desde hace 56 días».
¿La gente era consciente de la gravedad del asunto? «Infortunadamente, todos pensaban que era un juego y por eso los contagiados en Italia crecieron mucho. Solo ahora la gente cogió conciencia de lo que esta pasando».
Al igual que en Colombia, los entrenadores de tenis en Italia trabajan, en su mayoría, con contratos por las horas que están en cancha; es decir que vivirán en jaque mientras no se levanten las medidas preventivas y puedan ejercer su profesión de nuevo. «Quiero y deseo que todo vuelva a la normalidad. Para mi sustento y el de mis hijos he tenido que recurrir a ahorros. Además estoy moderando mis gastos», explica.
Andrea reconoce el apoyo que ha ofrecido el gobierno a los entrenadores menos favorecidos; sin embargo, no esconde que «infortunadamente hay desconfianza e inconformidad. «Están empezando a ayudar las familias con mayores necesidades. Tramitan bonos para hacer mercado y una ayuda de €600 (euros) (…) Pasa que la mayoría de los entrenadores tenemos contratos de colaboración que no prevén prestaciones (no primas, no garantías, no vacaciones)».
El drástico cambio en su cotidianidad le ha permitido también enfocar en Mental Tennis, una herramienta que no solo le ayudó a superar la depresión del encierro si no a encontrar uno nuevo horizonte en medio de la crisis y a demostrarse así misma que reinventarse es posible.
[author title=»Andrés Vargas Peraza » image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1064624716093239296/ZyWDOQfI_400x400.jpg»]Periodista especializado en tenis. Exjugador de tenis con puntuación ITF. Miro el deporte desde una perspectiva diferente. Estuve en el lugar del deportista, ahora del periodista. Director y editor del portal www.matchtenis.com Twitter: @andresvarperaza. [/author]