Este sábado, en el tercer turno de la Cancha 2, será el duelo entre el colombiano y el australiano.
Daniel Galán consiguió su bautismo en cuadros principales de Masters 1000 luego de vencer en dos sets al brasilero Thiago Seyboth Wild, duelo con muchos aspectos positivos para el colombiano donde impuso mayor jerarquía a pesar de que solo unos cuantos puestos separan a los dos jugadores en el ranking ATP.
El próximo reto, programado para este sábado, será el siempre difícil Alex de Minaur (23 del mundo) que cuenta con un vasto recorrido en torneos de grandísimo nivel a diferencia de Galán. Partiendo de ahí, para el tenista nacional, más allá de un partido donde no debería tener presión y jugar sin preocupaciones, tendrá que ser capaz de superar el «miedo escénico» que pueden provocar los primeros puntos y games ante un rival evidentemente superior en esta clase de situaciones.
Sin embargo, el colombiano ya tiene la experiencia de haber enfrentado al australiano. Sucedió en las Finales de la Copa Davis 2019 donde Galán cedió en dos sets (6-4, 6-3) y se notaron las diferencias entre un jugador como el colombiano más habituado a jugar Challengers en esa época, y un australiano con números más gruesos en los torneos de categoría, dueño de cuatro trofeos ATP y con cuartos de final en Grand Slam.
«Antes he sido impaciente, he querido ganar los puntos más rápido de lo que se debe», reflexionaba Daniel en rueda de prensa luego de su debut, en el que también agregó que su juego de pies debe cumplir un rol fundamental para descifrar los golpes de australiano. «Él es un jugador veloz y me cogió mal parado varias veces, sin estar preparado. Esta vez debo estar más alerta de pies, sabiendo que él puede contragolpear de los dos lados».
Además de la tranquilidad que debe tener ante un jugador que es capaz de tirar una pelota más, Galán sabe que su servicio puede darle un plus que debe aprovechar. Los primeros saques, sin dudas, van a ser clave, pero aún más la capacidad de poder variar la dirección para desconcertar a de Minaur. «Sería ideal variarle el servicio para que le cueste un poco y así sumar puntos gratis», reconoce. «Pero más que nada debo hacer mi juego y ser paciente porque me va a traer muchas bolas. Tengo que confiar en mí mismo».
Una victoria este sábado podría significarle su primer éxito ante un top 30, así como un despegue de quilates en una temporada donde se le ve más cómodo jugando en los ATP, aunque todavía con las dudas de un principiante que intenta estar de igual a igual entre los grandes.
Redacción: Fabián Valeth Orozco.