El serbio accedió a su 24° final de Grand Slam.
Si Nadal fue una máquina en su más reciente presentación ante Tsitsipas, Novak Djokovic no desentonó en su séptima semifinal sobre suelo australiano y se mantuvo letal, como en sus seis apariciones previas, para acceder una vez más al partido por el título en el Australian Open.
Este viernes, cuando apenas amanecía en Colombia, el serbio se despachó con una contundente victoria por 6-0, 6-2 y 6-2 sobre Lucas Pouille, luego de una hora y 23 minutos de juego, y accedió así a la 24° final de Gran Slam de su carrera.
La amplia experiencia de Djokovic en instancias definitivas de los grandes torneos le puso freno a la ilusión del francés, quien debutaba en la semifinal de un major. Tan solo cuatro games pudo arañarle Pouille al seis veces campeón del Australian Open, quien se mostró infalible cada vez que puso la pelota en juego, pues cedió apenas seis puntos con su primer servicio (ganó 32 de 38) y tan solo dos con el segundo (13 de 15). Además, capturó siete de las 12 oportunidades de quiebre y, en cambio, no cedió ni una sola a lo largo del encuentro.
«Sin duda es uno de los mejores partidos que he tenido en esta cancha«, aseguró el oriundo de Belgrado tras aplastar al francés, a quien le auguró una buena temporada. «Tiene la calidad para estar en el top 10. Esta fue apenas su primera semifinal de Grand Slam, y esta es una ocasión diferente, hay otra presión», aseguró ‘Nole’.
Ahora, Djokovic deberá enfocarse en el rival al que más veces ha enfrentado a lo largo de su carrera. Ese ante el que ha luchado en 52 oportunidades, más precisamente. Por ahora, el historial lo favorece 26 a 24, pero deberá entregar su mejor versión si quiere capturar su séptimo título en Melbourne, donde nunca ha perdido una final. Se viene la revancha de 2012.
Redacción Match Tenis