Las luces enfocaron a Sam Querrey, campeón del ATP 500 de Acapulco, luego de vivir una semana soñada en la que superó a tenistas de mayor categoría para levantar el octavo título de su carrera, y sin lugar a dudas el más representativo: “Este es el torneo más importante que he ganado nunca, sentía que todo el público estaba del lado de Rafa y eso me ha motivado, ha sido divertido”, sentenció.
Tras la despedida de siete de los ocho máximos favoritos durante la semana, el público aguardaba por un final feliz y que Rafael Nadal tomara la batuta del encuentro y se coronara campeón. Sin embargo, no pasó ni lo uno ni lo otro. Sam Querrey aguó la fiesta de los mexicanos y por un momento cambió el popular traje Mariachi por el de bombardero para poder dar cuenta del tenista español en sets corridos (6-3 y 7-6) y así ganar el noveno campeonato ATP World Tour de su carrera.
Una hora y 34 minutos de un vendaval de golpes del estadounidense desembocaron en el final que el gentío menos quería. 19 aces y una infinidad de garrotazos desde el fondo de la cancha desequilibraron la estabilidad de Nadal, que tampoco mostró su mejor versión. Al final el duelo quedó del lado del jugador que más intentó y que en momentos de crisis, apeló a su potencia para mantenerse en el marcador (salvó seis bolas de quiebre).
El triunfo de Sam ante Rafael solo fue el moño a una semana inolvidable, en la también sumó victorias de importancia ante Kyle Edmund (45ª) en primera ronda, David Goffin (11º) en octavos de final, Dominic Thiem (9º) en cuartos de final y Nick kyrgios (16º) en semifinales.
Por su parte, para el manacorí continuó con su mala racha en finales sobre cemento, pues perdió con séptima al hilo, también fue su primera derrota en Acapulco, donde se coronó campeón en 2005 y 2013 y tenía un invicto de 14-0. Además, por primera vez en cinco enfrentamientos cayó ante el espigado jugador de 198 cm.
Al final del encuentro, el ganador de catorce grandes explicó lo sucedido: “No ha pasado nada, simplemente que el otro fue mejor. En el deporte suele pasar que gana el que juega mejor. Más que lo que me pasó a mí es lo que le pasó a él, ha jugado a un nivel muy, muy alto, rozó la perfección”.
Redacción Match Tenis
