Roger Federer derrotó a Rafael Nadal por 6-3, 6-7, 6-4 y consiguió extender su hegemonía en Basilea. Con el de hoy, ya son siete coronas conquistadas.
Foto: Harold Cunningham/Getty Images Europe
Ya de entrada prometía y al final cumplió. Lo que fue una larga espera por ver frente a frente a Roger Federer y Rafael Nadal (21 meses) terminó compensándose con una final digna de esta rivalidad histórica, una que para muchos es la mejor que ha tenido la historia del tenis.
En tres intensos sets quedaron claras un par de aseveraciones: la primera, lo incombustible que sigue siendo Federer, que con 34 años es muestra clara de lo que es la competitividad cuando los años ya parecen encasillarte en la veteranía. Capaz de jugar a la intensidad de cualquier joven, de golpear tan limpio y conseguir victorias que valen mucho para extender lo majestuosa que es su carrera.
Lo segundo, que Nadal no está tan muerto como muchos han pensado. A pesar de que ha estado contra las cuerdas en casi todos los partidos de la semana, en la final fue capaz de jugar al mismo nivel del suizo, de hacerle frente y demostrar su garra innata; claro ejemplo el segundo set donde parecía casi sentenciado y terminó llevándoselo para extender la conversación.
Y aunque esta edición del torneo de Basilea no haya sido, tal vez, la mejor en el nivel mostrado durante la semana para Roger, el título muestra una vez más que cuando él pisa este torneo hay otra mística, es capaz de salir del hueco para renacer y terminar venciendo. Y claro, con el público de su lado, porque no hay nada mejor que jugar en casa, el helvético es capaz de demostrar lo que vale, allí toma un impulso extra que lo hace sentir capaz de ganar a cualquier: jugando como los dioses o como un ser terrenal. Todo se resume en las 12 finales que allí ha disputado y las siete coronas que ha ganado. Todo un récord.
Pero esta final además deja un buen sabor de boca. Basilea significa el renacimiento de esa rivalidad “Fedal” que parecía extinguida. Y lo mejor, entregó un espectáculo digno para dar cuenta que estos dos son capaces de seguir entregando más batallas como estas, o similares a las que dieron en el pasado, cuando ambos estaban en su pleno apogeo.
En la premiación, Nadal fue capaz de resaltar lo importante que significa esta semana para su nivel, que ha estado tan deslucido en 2015 y no dudo en expresar que quiere seguir enfrentando a Federer. «Ha sido un gran encuentro Rafa, felicidades por tu juego durante toda la semana y yo también espero seguir jugando más finales contigo», expresó el suizo.
Roger sigue demostrando que solo hay uno en Basilea. Nadal, que tiene la nafta para volver estar en lo más alto. Y la rivalidad entre ambos, queda más viva que nunca.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg» ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]
