Los héroes son de carne y hueso y Roger Federer es uno de ellos. En la final del Abierto de Australia, el suizo batalló durante 3 horas y 37 minutos ante Rafael Nadal, para vencerlo por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6, 6-3 y volver a levantar un Grand Slam después de cinco años y medio (Wimbledon 2012). De esta manera el suizo logró su quinto trofeo en Melbourne Park, su tan anhelado 18º ‘major’, título 89º y sigue firmando páginas doradas de la historia de este deporte, que lo tienen como la figura más representativa de todos sus tiempos. A continuación repasamos el partido set a set:
Federer aplicó su inercia y tomó la delantera: (Roger Federer 6-4 a Rafael Nadal)
Saltaron a la Rod Laver Arena pasadas las 3:30 de la mañana y siete minutos después ya estaba disputando los primeros puntos de uno de los encuentros que más expectativas ha generado en la última década. La tónica del partido fue la esperada. Federer desde el servicio intentó jugar puntos cortos y desacomodar a su rival. Por su parte, Nadal fiel a su estilo, prefirió los puntos largos y luchados. Los seis primeros juegos ambos jugadores conservaron el saque y fueron pocas las emociones que se vivieron. Sin embargo, en el séptimo game el gentío despertó con la agresividad del suizo, que robó el servicio a su rival y prendió su fiesta en el ataque. A partir de allí, la agresividad comenzó a causar efecto positivo en su tenis (ganó el 93% de los puntos con su primer servicio y el 67% con el segundo) y casi triplicó al español en este ítem (13 a 5). Los minutos pasaron y la situación continuó siendo la misma, hasta que en el minuto 35 el reloj se paró, dándole la primera manga al nacido en Basilea.
Nadal desbordó a Federer y puso en orden la Rod Laver (Rafael Nadal 6-3 a Roger Federer)
Sabiendo que estaba abajo en el marcador a Rafael Nadal no le quedó de otra que acelerar sus pulsaciones y poner en marcha una velocidad más a su juego para intentar desbordar a su rival. La jugada podía salirle bien e impulsarlo a la igualdad en sets o condenarlo a perder otro set y reducirle sus posibilidades una mínima expresión. Nadal pasó a tener más tiros ganadores (7) que errores no forzados (4) y a quebrarle el servicio de Federer en dos ocasiones (aunque cedería el suyo una vez). Por el contrario, el suizo acosado por la intensidad en la bola de Nadal, falló más de la cuenta y prácticamente dobló sus fallos (15). Esta ocasión la apuesta le salió bien y sus números positivos subieron considerablemente para terminar ganando el parcial e igualando el marcador.
Federer pone otra velocidad y se encamina a su título 18º de Grand Slam: (Roger Federer 6-1 a Rafael Nadal).
Entendiendo que fue sobrepasado en todos los aspectos en el set inmediatamente anterior, Federer apostó por la principal premisa de su tenis: la agresividad. El número 17 del mundo, pasó más de un susto en el inicio del set (salvó varias bolas de break) pero logró salir ileso de ese primer y único ataque de su rival en esa manga. Dicen que ‘el que no las hace las ve hacer’ y esto se vio reflejado en los siguientes juegos, donde Federer robó el saque al español hasta en dos ocasiones para firmar un aplastante 6-1. La clave del parcial estuvo en nuevamente en el ataque: el suizo firmó 18 tiros ganadores contra los 4 de Nadal.
Nadal no se rinde y envía el partido al quinto set: (Rafael Nadal 6-3 a Roger Federer)
La principal característica de Rafael Nadal a lo largo de su carrera ha sido nunca darse por vencido a pesar de las circunstancias adversas y en esta ocasión volvió a poner su sello. Estando 1-2 en sets, el jugador de 30 años, recuperó la desventaja aplicando nuevamente su intensidad y aprovechando el bajón físico de Roger Federer. El español se paró en la línea de fondo y desde el servicio tomó la iniciativa, dejando en el pizarrón una efectividad que superó el 70% con este golpe. Entretanto, el de 35 años, pagó caro sus números bajos con el segundo saque 33% y se vio superado.
Federer se hizo inmortal: (Roger Federer 6-3 a Rafael Nadal)
Al parcial final no el suizo no llegó de la mejor manera, el llamado del fisioterapeuta antes de iniciarlo lo evidenció y un quiebre en contra de arranque (0-2) lo puso contra la pared. Nadal se mostraba más fuerte y por momento arroyó su rival. Sin embargo, Federer sabía que esta quizás era su última gran oportunidad de volver a ganar un torneo grande y con más corazón que otra cosa, pudo darle vuelta a la pizarra y cerrar una noche épica. Un pedido de ojo de halcón de Nadal demoró unos segundos la celebración pero al final llegó y como un niño cuando recibe un regalo, desató una sonrisa que lo llevó a dar otro paso a eternidad.
Redacción Match Tenis
