Ya es conocida por todos la situación que atraviesan decenas de jugadores en Melbourne, sede del Australian Open en el comienzo de cada temporada, pero este año en particular, epicentro de un contexto nunca antes vivido en el planeta tenis.
Hablar de los detonantes de esta situación ya resulta agotador y repetitivo, sin embargo, también ha permitido conocer los sentimientos más íntimos de los jugadores que por estos días cumplen con la cuarentena estricta en la previa de uno de los eventos más importantes del año.
Hemos escuchado a Marta Kostuyk, a Guido Pella y a Juan Carlos Ferrero, entre otros, dando su percepción sobre la situación que atraviesan, y en las últimas horas el turno fue para Juan Igancio Londero, que en una charla con el Diario Olé -de Argentina- ofreció interesantes detalles su experiencia particular.
«Tiene una sensación interna muy fea de tener que estar… No quiero decir que por culpa de esas dos personas tenemos que estar encerrados. Pero ya al haber dado cinco tests negativos… Un poco raras las normas de acá en Australia«, aseguró ‘El Topo’ durante la charla con Sergio Stuart.
«Nosotros nos pusimos diferentes tipos de actividades, una rutina, pero no deja de hacerse eterno el día. A la mañana estoy haciendo yoga y meditación, es la parte más divertida y que más me motiva».
Aún así, la frustración resulta inevitable para el argentino de 27 años. «¡Seis días adentro! Si no lo pienso así, si no te resignas un poco, das vuelta la habitación y la prendes fuego. Hay que estar 14 días encerrados sin una ventana, que no puedes tener aire de afuera (…) Es una de las peores experiencias que estoy viviendo en mi vida (…) Es una locura, y en el trato también están muy estrictos. Me parece que podría ser un poco mejor».
Y más adelante lanzó una fuerte comparación, cuando intentó ejemplificar el trato que están recibiendo las personas aisladas en Melbourne. «Te tratan como si tuvieras un poco de lepra. Te tocan la puerta, te tiran las bolsas en el piso y tienes una persona de seguridad que te mira con una cara que no puedes ni pasar 10 centímetros de la puerta con el pie para agarrarlas, porque ya te está diciendo que entres. Es como si tuviéramos una enfermedad», sostuvo.
Para cerrar, apeló a la reflexión, aprovechando las recientes palabras de Craig Tiley, quien confesó que los jugadores top gozaban de determinados privilegios. «Si lo ves desde el director del torneo, sí tiene razón porque son los que venden las entradas, pero también somos todos personas y me parece que deberíamos tener los mismos derechos«.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]