El portal Behind The Racquet -promovido por el estadounidense Noah Rubin- continúa dándole lugar a las historias de los tenistas alrededor del mundo. Esta innovadora propuesta se ha convertido en el espacio ideal para que los jugadores relaten sus problemas más íntimos, sin temor a ser señalados.
En los últimos días el turno le correspondió a Alison Van Uytvanck, quien se ha dado a conocer en el planeta tenis por los inconvenientes que ha tenido que atravesar debido a su condición sexual. En esta entrega, la belga recuerda cómo fue señalada por sus compañeros de entrenamiento cuando era apenas una niña y saca a relucir el dolor y la frustración que sintió durante sus primeros años de vida. A continuación, dejamos la confesión completa de la jugadora de 25 años:
“Tenía alrededor de diez u once años cuando fui a la federación de Bélgica para entrenar. Rápidamente me di cuenta de que no iba a ser lo que pensé que sería. Comencé a ser acosada todos los días por mis compañeros, que en su mayoría eran hombres. Se burlarían constantemente de mi cabello y me hacían sentir miserable. Nunca me sentí tan sola, sin amigos e incapaz de hablar con los padres. Sentí que hablar sobre mi intimidación, especialmente con mis padres, solo haría las vidas de otras personas más difíciles y nunca quise eso.
Después de lidiar durante aproximadamente un año con esto, decidí contarle a los entrenadores. Hablaron con los niños sobre el problema, que solo ayudó durante unos dos días hasta que volvió a ser «normal». No tenía nadie a quien pedirle ayuda y lloraba en mi habitación día tras día. Pero todo llegó a su fin cuando me echaron. Más allá de no encajar, me lesionaba constantemente y la gente no creía en mí y en cómo mi tenis estaba mejorando. Fue el momento más difícil de mi vida, pero me ha convertido en la persona que soy hoy. Me llevó algo de tiempo superar las experiencias con las que traté. Mi autoestima era muy baja y dejé de confiar en mí mismo. Empecé a creerle a los niños que una vez me dijeron que en realidad no era hermosa y eso me llevó a mi falta de confianza en el tenis.
Hablé con muchos psicólogos sobre mis traumas, quienes realmente fueron las primeras personas con las que me abrí. Como muchos saben, salí hace unos tres años, cuando tenía 22 años. Todo por lo que pasé me dio el coraje de hablar sobre mi sexualidad. Tuve la suerte de encontrar a mi novia, Greet Minnen, quien me ha acompañado durante los últimos tres años. Fue bueno ver que mis padres lo entendiera. Ellos solo querían que fuera feliz y saludable. Mi novia se ha convertido en una pieza importante de mi felicidad actualmente. Ella es una de las primeras personas, fuera de mi familia, que me da confianza y me dice que soy hermosa tal como soy, incluido mi cabello. Finalmente me sentí aceptada por alguien. También tuvimos la increíble oportunidad de jugar dobles en Wimbledon.
Es bueno saber que ahora tengo el apoyo de muchas personas. Cuando salí, inmediatamente recibí mucho apoyo positivo en las redes sociales, lo que me sorprendió. Ahora me siento como yo, haciendo lo que quiero hacer, incluso participando en el Día del Orgullo durante el US Open. A través de todas mis experiencias, siento que necesito compartir mi historia con otros para poder ayudarlos. Mi novia y yo a veces entrenamos en la federación y hablamos con tantos niños como sea posible. Les decimos lo importante que es mostrar respeto y les decimos si alguna vez necesitan ayuda o tienen preguntas, estamos allí para responder. Ya hemos ayudado a los niños a superar eventos en su vida. Esto hace que todo valga la pena. Si alguna vez me deprimo, recuerdo que los niños que me acosaron, que «tenían más potencial», ya no juegan al tenis, ¡y aquí estoy!».
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]
