Un entrenamiento basado en neurociencia que potencia las habilidades deportivas en tenistas.
La pandemia mundial provocada por el COVID-19 ha sacudido a todos por igual, sin hacer discriminación entre razas, ni credos o países. Esta situación puso foco en la facilidad con que nuestras vidas pueden cambiar, pero también en la capacidad de transformación de las personas. Experiencias como ésta han llevado a valorar lo que se tiene y lo que muchas veces se daba por sentado, como la salud y el trabajo. La obligación de permanecer en los hogares y la imposibilidad de trabajar ha golpeado no solo la economía sino también el balance emocional de las personas.
Las formas tradicionales de comunicación y contacto han sido sustituidas, al menos momentáneamente, por el uso de la tecnología. Y es así, como jugadores, entrenadores y amantes del tenis han empezado a compartir sus recuerdos, ejercicios y talleres de perfeccionamiento en redes sociales.
Esto ha creado una sinergia que potencia el crecimiento y desarrollo del tenis, aún cuando no es posible jugar en las pistas. Fue esta situación que, como a muchos, le impulsó a Silvina Jozami a compartir su visión sobre el entrenamiento deportivo a través de la neurociencia, y especialmente en el tenis que es a lo que se dedica.
La combinación de conocimientos de neurociencia con el entrenamiento de tenistas suele resultar intrigante y, a veces, existe la idea errónea que es algo de difícil acceso o no es para cualquier persona. Pero, en realidad, esta clase de entrenamiento es el complemento perfecto a la práctica habitual de cualquier jugador que busque mejoras en sus resultados (sin importar su nivel), aclara Silvina.
Como muchos de los lectores, se define como una tenista ilusionada con la posibilidad de mejora de su juego, sin que esto represente el deseo de ser profesional. La energía que le motiva a querer perfeccionar sus habilidades está relacionada con esa satisfacción plena que siente cuando le pega a la pelota y todo parece perfecto. Seguramente el lector habrá identificado la experiencia que describe, y el placer que de ella se obtiene.
Comenta que, a través de la lectura de libros y artículos científicos y después de un hacer un máster de neurociencias, encontró la explicación para esos momentos que tanto le hacen disfrutar. Aprendió que esos días en los que no tiene que esforzarte para nada, en los que solo mueve su raqueta y que, por arte de magia, el golpe sale perfecto eran el resultado de combinar una actitud mental específica con un movimiento que roza sus límites.
Fue así como combinó información científica con ejercicios de pista para completar el desarrollo de un jugador. En estos 5 años de trabajo con tenistas en Barcelona ha podido observar cómo jóvenes con técnicas perfectas no alcanzan los resultados que buscan. Y que sus limitaciones están más relacionadas al aspecto mental que a sus errores técnicos.
Así es como en sus ejercicios busca constantemente sacar al jugador de su zona de confort. Ya que, como Silvina explica, la combinación de situaciones que requieren de adaptación con un nivel moderado de estrés fortalece las capacidades no solo motoras sino también en la toma de decisiones.
Además, comenta sobre la evolución del entrenamiento que: Hace unos años se consideraba que nuestros genes nos definían en un cien por ciento en el momento de nacer. Gracias a los avances de la ciencia, hoy se sabe que nuestras capacidades, cualquiera sea, pueden mejorarse si se entrenan. Esto muestra una perspectiva de entrenamiento mucho más amplia de la que se tenía, al mismo tiempo que mueve los límites personales. Ya no vale con decir: “es que soy muy nervioso”, porque esto también se puede entrenar.
Su propuesta es entrenar distinto para obtener resultados diferentes. Y esto está fundamentado en que el crecimiento de cualquier jugador está relacionado con el desarrollo de la propia persona. Los límites deportivos también dependen del autoconocimiento personal. Un deportista que se conoce a si mismo amplía su alcance mucho más que si solo actúa en mejorar sus movimientos, asegura Silvina.
Comenta que, una mirada integral del tenista no solo tiene en cuenta la técnica, la táctica, su físico, su alimentación, sino también al crecimiento y desarrollo de la persona. Y que, acercarse al máximo potencial de rendimiento es posible cuando se trabaja en todas las áreas.
La experiencia que le ha dado acompañar a jóvenes tenistas en sus entrenamientos sumada a la teoría científica la ha compartido en su primer libro “Potenciando tu mente deportiva”. Donde más allá de difundir ejercicios e información ha transmitido lo que en este momento considera personalmente es la forma más completa de acompañar a un atleta.
Para terminar, Silvina propone una última reflexión:
“No Existe Seguridad en la Tierra, solo Oportunidades” de Douglas Mac Arthur
Esta frase no solo conecta con la situación de incerteza que vivimos ahora, sino también con las posibilidades de cambio que tenemos. Porque el no percibir las oportunidades que se nos presentan nos inmoviliza y estanca, es que necesitamos mantenernos atentos y dispuestos a redirigir nuestros entrenamientos y objetivos.
Ampliar nuestra mirada requiere de valentía, pero nos ayudará a adaptarnos a nuestra nueva realidad.
Silvina Jozami:
Acompaño a jugadores de tenis que quieren alcanzar su máximo potencial a través de la neurociencia.
Bioquímica, máster en Neurociencias, nací en Argentina y desde hace 16 años vivo en Barcelona. Trabajo con jugadores de tenis en la academia Elite Tennis Academy (Barcelona).
MI página web: www.silvinajozami.com
Redes sociales: FB Silvina Jozami , In @silvinaJozami
