En medio de la lucha que se vive año tras año en el circuito mundial femenino, donde el nombre de las campeonas de los grandes torneos varía constantemente, hay jugadoras jóvenes repletas de vitalidad y hambre de gloria. La temporada 2019 no fue ajena, pues el planeta tenis tuvo la oportunidad de conocer el potencial de jóvenes talentos que en 2020 prometen ser animadoras de los torneos más importantes.
Una de ellas es Cori Gauff, la adolescente proveniente de Estados Unidos, que tuvo un año de ensueño al debutar con 15 años y finalizar el año en el top 100 el ranking WTA. Sus actuaciones en torneos de Grand Slam la catapultaron a los primeros planos. Basta con revisar lo que hizo en Wimbledon, donde superó a la histórica Venus Williams y alcanzó los octavos de final, o en el Us Open, donde cayó con la por entonces número uno, Naomi Osaka. No hay que olvidar que en Linz capturó el primer título WTA de su carrera, derrotando a Kiki Bertens y en la final a Jelena Ostapenko, campeona de Roland Garros en 2017.
Otro caso llamativo fue el de Bianca Andreescu, de 19 años, que escaló 173 posiciones con referencia a 2018 y se dio el gusto de ser la primera canadiense de la historia en consagrarse en un torneo major. La campeona del Us Open redondeó un año en el que también ganó Indian Wells y luego la Rogers Cup en su país, para terminar entre las 10 mejores jugadoras del planeta.
La número uno del mundo es Ashleigh Barty, que durante el año escaló 17 puestos para asegurar su presencia en la cima del ranking femenino gracias a sus consagraciones en Roland Garros y en las WTA Finals. Karolina Pliskova también respondió a su exponencial ascenso y escaló 6 posiciones para ser la escolta de Barty, mientras que la suiza Belinda Bencic fue otra de las jugadoras que se destacó a lo largo de la temporada y trepó al puesto 8° después de finalizar 54° en 2018.