La sorpresa que significó el fin de la relación contractual entre Roger Federer y Nike desconcertó al público del tenis y, por supuesto, a aquellos que se desenvuelven en el ámbito comercial del deporte. Parecía que los rumores que a principios de este 2018 ponían en duda el vínculo entre el suizo y la marca estadounidense eran una estrategia diseñada por Tony Godsick -agente de Federer- para obtener mayor rédito económico.
Pero la realidad fue que el contrato expiró y el helvético llegó a un acuerdo con la marca japonesa Uniqlo, cuyo ofrecimiento triplicó el monto que Nike le daba al jugador por representar la marca alrededor del mundo. Lo que nunca se conoció, hasta ahora, fueron los motivos por los que la marca del ‘chulo’ no estuvo dispuesta a mejorar la oferta de los nipones.
Según fuentes cercanas a la periodista Nancy Phatsaphaphone, Nike Court, el ala dedicada especialmente al tenis en la empresa norteamericana, Federer quería un contrato que le garantizara un patrocinador deportivo para el final de su carrera y también para los años siguientes. Al escuchar la petición del actual N°2 del mundo, Nike expresó su intención de invertir en futuras figuras con la intención de mantenerse fuerte en el mercado tenístico durante los próximos años. A pesar del valor comercial del nacido en Basilea en la actualidad, la marca que lo acompañó durante más de dos décadas consideró que, una vez retirado, ya no sería tan representativo y, por ende, decidió no igualar la propuesta de 30 millones anuales que Uniqlo había puesto sobre la mesa.
Si bien Uniqlo se quedó con uno de los ‘productos’ más apetecidos dentro del planeta tenis, habrá que esperar hasta que Roger se retire de la actividad profesional para determinar si la estrategia ejecutada por Nike fue la correcta o si, por el contrario, fue un error millonario.
Redacción Match Tenis
