El Banana Bowl es el torneo juvenil de tenis más antiguo de Suramérica, remontándose al año 1968 su primera versión, la cual tuvo como sede la ciudad de Caracas, Venezuela. El certamen nació por iniciativa del dirigente brasileño Alcides Procópio, quien tenía la ilusión de crear un certamen similar al Orange Bowl; un año más tarde la competencia cambió de sede y aterrizó en Brasil, país el cual lo ha realizado por 48 años de forma ininterrumpida.
Y en ese lapso los tenistas colombianos han sido protagonistas, tanto en sencillos como en dobles. La primera en alzarse con el título fue la bogotana Elsa Rodríguez en el año 1972, luego de superar en la final a la local Najda Sa, tenista que en esa época era la campeona suramericana en las categorías 16 y 18 años. «El Banana Bowl en mi época era el torneo más importante que había en Suramérica. Tenía 17 años cuando fui campeona y para mi fue una motivación muy grande, por que competí con las mejores jugadoras suramericanas de ese tiempo. Iban las campeonas de cada pasís», recordó Elsa en diálogo con Match Tenis
Tuvieron que pasar 29 años para Colombia que volviera a festejar en este certamen. En 2001 la pareja de Alejandro Falla y Carlos Salamanca se quedó con el primer lugar en la modalidad de dobles tras superar en la final a la dupla venezolana de Rafael Abreu y Óscar Posada. Meses más tarde la dupla cafetera se alzaba con el título de Roland Garros en la categoría junior.
Nueve años más tarde llegó el único título que tiene Colombia en la modalidad de sencillos en varones. Juan Sebastián Gómez superó en la final al argentino Renzo Olivo tras perder el primer por 0-6. Con esa victoria el bogotano incursionó en el Top-20 del ranking juvenil y meses más tarde tras la consecución de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud Singapur accedía a la cima del ranking mundial.
El tenis colombiano no tuvo que esperar mucho para una nueva corona, pues una temporada después era Yuliana Lizarazo la que ocupaba el primer lugar, tras vencer en el partido decisivo a la peruana Patricia Ku Flores. En 2013 llegó la primera alegría femenina en la modalidad de dobles, gracias a Laura Ucrós, quien junto a la argentina Constanza Vega ahogó la ilusión local de Beatriz Haddad-Maia e Ingrid Gamarra.
En la versión de 2018 el turno fue para una de las tenistas de mayor proyección, María Camila Osorio, tras dar cuenta en la final de la estadounidense Alexa Noel. Este fue el cuarto título consecutivo para la cucuteña y el tiquete al Top-5 del ranking mundial para menores de 18 años, algo sin precedentes para el tenis juvenil femenino de Colombia.
Es de anotar que Edgar Rodríguez en compañía del chileno Hans Podlipnik-Castillo fue subcampeón en dobles en 2006; al igual que Nicolás Mejía en 2018. El hombre de Colsánitas hizo equipo en esta ocasión con el estadounidense Drew Baird.
Redacción Match Tenis