A partir del lunes se convertirá en la primera asiática (hombre o mujer) en alcanzar la cima del ranking mundial.
Naomi Osaka es historia pura. Tiene apenas 21 años, pero su nombre ya está tatuado en la historia grande del tenis femenino. Y también en la historia del deporte asiático. Con lo conseguido en septiembre pasado en el US Open escribió una página inédita para su país, y este sábado, tras haberse consagrado en Melbourne, la nacida en Osaka pasó la página para escribir un nuevo hito.
Además de haber capturado su segundo título de Grand Slam de manera consecutiva, la nipona será a partir de este lunes la primera jugadora asiática que se ubica en el puesto N°1 del escalafón mundial, tanto femenino como masculino.
Pero a pesar de haber conseguido semejantes logros, lo primero que hizo en su discurso fue reconocer el trabajo de su rival en la final. “Quiero felicitarte Petra. “Has pasado por muchas situaciones difíciles y, sinceramente, no hubiera querido que este fuera nuestro primer partido”, aseguró Osaka. “Eres realmente increíble y me siento honrada de haberte enfrentado en la final de un Grand Slam“, agregó.
Por supuesto, lo que vino más adelante fue su gratitud hacia las personas que la acompañan día a día en el circuito. “Gracias a mi equipo. No creo que hubiese sobrevivido esta semana sin ustedes. Detrás de un jugador de tenis siempre hay un equipo y estoy muy agradecida”, sostuvo ante el público en la Rod Laver.
“Me sentí en shock al recibir el trofeo de manos de Li Na. Estaba muy emocionada, quería llorar así fuera un poco”, confesó ya en rueda de prensa. “Olvidé sonreír durante mi discurso, y me habían dicho que sonriera, pero estaba muy nerviosa”, confesó entre risas la ahora bicampeona de Grand Slam, que hace un año estaba ubicada en el puesto 72° y no acumulaba ningún título en el circuito WTA.
Redacción Match Tenis
