Representar al país es la mayor alegría que pueda tener un atleta profesional en cualquier disciplina y el equipo de tenis colombiano de Juegos Bolivarianos respalda esa afirmación a una sola voz: «es el mayor orgullo que puedes sentir en la carrera». Ante lo anterior, Match Tenis, indagó con varios miembros del elenco, lo que significa portar el uniforme nacional y la presión que conlleva esto.
La experiencia es una parte fundamental de éste grupo colombiano y sus capitanes, Catalina Castaño en femenino y Pablo González en masculino, extenistas profesionales, son los indicados para abrir el espectro sobre lo que vale llevar a cuestas la representación de un país en competencias internacionales. «No es lo mismo jugar en el circuito WTA que jugar por el país. Uno representa a toda una nación», explicó la risaraldense. Por su parte, González, añadió «Juegas por un equipo, por un grupo de compañeros, por tu país. Es algo muy gratificante».
Castaño y González, a lo largo de sus carreras, se caracterizaron por ser jugadores ‘coperos’, pues siempre que portaron la camiseta nacional, dejaron todo en la cancha e incluso el nivel de juego subió considerablemente. Por el contrario, hay casos en los que tenistas, son presa de los nervios y con la casaca del país, nunca pueden mostrar su verdadero potencial. «Hay jugadores que les cuesta. Es una sensación diferente que muchas veces genera presión extra. La clave está es poder manejar esa situación», explicó Castaño. Entretanto, el capitalino, agregó: «Es un problema en la personalidad. El tenis es un deporte individual y siempre juegas por ti. Pero cuando representas a un equipo pasa eso. Con el tiempo vas entendiendo y lo que significa y poco a poco vas mejorando en ese ítem».
Tanto la pereirana como el bogotano, tienen recuerdos inolvidables representando al país. «En unos juegos Bolivarianos en Arequipa, Perú, todo el equipo se enfermó. Jugué con vómito, diarrea y a pesar de eso, logré ganar medalla de plata», recordó Castaño, quién cuenta con el récord de ser la jugadora colombiana con más victorias en Fed Cup (51). Mientras, González jamás olvidará su debut en Copa Davis. «Tenía 18 años y enfrentaba a Nicolás Lapentti (top ten en ese entonces). Al final perdí en cuatro sets, pero me quedo con los aplausos de la gente, las palabras de aliento. Lo recuerdo y se me eriza la piel».
Con la experiencia adquirida a través de los años, los capitanes colombianos tienen en esta ocasión la oportunidad de guiar a sus pupilos, con el fin de que alivianar esa presión que de una u otra manera, conlleva jugar por un país. «Yo trato de que por fuera siempre estén relajados y puedan divertirse. Ya hay muchos problemas dentro de la cancha, para ponerles más», aseveró Castaño. Mientras González, adujo: «Yo trato de unirlos desde el principio. Todos somos un equipo y cualquier victoria es de todos, cualquier derrota es de todos. Eso los ayuda a relajar».
Pasando a los protagonistas principales de estos Juegos Bolivarianos, María Fernanda Herazo y Juan Manuel Benítez, respondieron sobre el significado que tiene jugar por el país. «Es una responsabilidad muy grande pero a mi me gusta. Toca hacer respetar el país y eso me motiva mucho, en realidad me encanta», comentó la barranquilla. «Para mi es un orgullo. Tener el nombre de Colombia en la espalda era un sueño», expresó el antioqueño.
En estos Juegos Bolivarianos, un puñado de jóvenes intentarán dejar en lo más alto al país a pesar del mito que significa portar la camiseta tricolor y con la ayuda de Catalina Castaño y Pablo González, dos experimentados en vestir los colores nacionales, seguramente les será mucho más fácil conllevar esta presión extra y poderla usar a su favor.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/853628771626340353/1bmEkJa7.jpg» ]ANDRÉS VARGAS PERAZA: @andresvarperaza. Periodista especializado en tenis. Exjugador de tenis con puntuación ITF. Miro el deporte desde una perspectiva diferente. Estuve en el lugar del deportista, ahora del periodista. Director y editor del portal www.matchtenis.com.[/author]