Rafael Nadal se convirtió en el primer finalista del Masters 1000 de Roma 2018, luego de haber superado a Novak Djokovic con parciales de 7-6(4) y 6-3 en una hora y 56 minutos de juego.
Pasó más de un año para que Rafa y ‘Nole’ se volvieran a encontrar. El último enfrentamiento entre ambos se había presentado en el Mutua Madrid Open de la temporada pasada (6-2, 6-4 para Nadal), por lo que la expectativa de ver a los dos mejores jugadores de los últimos años sobre arcilla era gigantesca. Y el capítulo 51 entre el ibérico y el balcánico no decepcionó.
El comienzo no resultó nada fácil para Nadal. Su primer juego de servicio se estiró más de lo habitual; Djokovic amenazó con quebrar de entrada en un par de oportunidades, pero el Nº2 controló la situación y lo sacó adelante. El primer game del partido daba pistas de lo que sería el intensísimo primer set. La paridad se mantuvo hasta el sexto game, cuando el serbio sacaba para ponerse 3-3, pero Rafa aprovechó y tomó ventaja de 4 a 2. El contexto que rodeaba a cada uno -antes de la semifinal-, invitaba a pensar que el mallorquín se encaminaba a cerrar la primera manga sin problemas; pero esos no eran los planes de Novak.
Cuando Nadal sacaba (5-3) para asegurarse la manga inicial, el finalista de la temporada pasada en Roma recuperó el quiebre y más adelante lo confirmó con su saque, llevando el partido a una paridad que se mantuvo hasta el tie break que finalmente caería en manos del balear por 7 a 4.
La intensidad de los primeros 71 minutos de partido cayó estrepitosamente en el amanecer del segundo set, especialmente del lado de Djokovic, quien, a pesar de mostrar su mejor versión en este 2018, sintió el golpe anímico de los errores que cometió durante el tie break. Sacó golpes como los de antes y se entregó como suele hacerlo en cada partido, pero su confianza aún está en proceso de recuperación y eso, ante el mejor de la historia sobre arcilla, es imperdonable.
El siete veces campeón del Masters 1000 italiano detectó la meseta por la que atravesaba su rival y le arrebató el servicio en un tercer game en el que apeló a la contundencia para ganar los cuatro puntos que jugaron en ese turno. Solo dependía de él para alcanzar una nueva final en el Foro Itálico. Djokovic volvió a amenazar con una remontada; estando 3-4, el de Belgrado puso en problemas a Nadal, obligándolo a defender su saque durante casi 10 minutos, pero esta vez no tuvo éxito. El hispano ganó la batalla del octavo game y liquidó a su rival con un nuevo quiebre que lo dejó a un paso de su octava coronación en Roma.
Redacción Match Tenis