Roger Federer nos tiene acostumbrados a grandes batallas, a sufrir bastante para transformar esas ‘guerras’ en gestas, como la de hoy en Rod Laver, donde disputó junto a su compatriota Stan Wawrinka la primera semifinal del Abierto de Australia.
Y es que el suizo, quien paró en el mes de julio del año pasado para superar los problemas físicos que lo aquejaban, parece que ha vuelto mejor. La fantasía con la que soñaban muchos ya es una realidad, pues el nacido en Basilea después de derrotar a su compatriota por 7-5, 6-3, 1-6, 4-6 y 6-3, jugará su vigesimoctava final en Grand Slam y la sexta en el torneo de las antípodas.
Federer, quien recientemente llegó a su victoria número 200 sobre jugadores Top-10, dijo “Fue un partido raro. Nunca son fáciles las cosas contra Stan. Especialmente por cómo iban las cosas en el tercer y cuarto set. Necesitaba reaccionar. Estoy feliz por mi actitud en el quinto. Creo que me lo puso fácil con esa ruptura”, además reconoció que durante el partido se sintió tenso físicamente. “Lo sentí durante todo el partido y que me estaba ralentizando. Esperaba que quizá el fisioterapeuta pudiera hacer algo, que me hiciera sentir mejor. Pero no fue así. En el quinto set sabía que tenía que encontrar mi energía de nuevo y jugar con intensidad, siendo más agresivo. Lo pude conseguir”.
Es el segundo partido que gana en cinco sets en esta edición del Abierto de Australia, después de haber superado a Kei Nishikori en octavos de final. “Estoy muy feliz de haber ganado otro partido en cinco sets en un Grand Slam. No sé cuántas veces he ganado dos partidos seguidos en cinco sets en Grand Slam. Quizá nunca antes, por lo que es muy grande esto” expresó.
Con lo hecho en suelo “aussie”, su majestad se asegura estar en el grupo de los quince mejores del mundo, superando al australiano Nick Kyrgios y al francés Lucas Pouille. Si Roger es campeón y la final es con Rafael Nadal, regresará al Top-10, mientras que si se alza con el título ante Grigor Dimitrov se ubicará en la casilla once. Sin embargo al helvético no le importa su rival, pues solo quiere ganar “Pensarás posiblemente que tengo más opciones contra Dimitrov que contra Nadal. Pero al final lo que importa es ganar. Será contra alguien que juega su primera final de Grand Slam o una batalla épica contra Rafa. Yo todo lo que quiero es ganar el domingo. No me importa quién haya al otro lado de la red” aseguró el actual diecisiete del mundo.
La leyenda regresó a su territorio, las finales de Grand Slam y sueña con su quinta corona en Australia y la decimoctava en “majors”.
¿Lo logrará?
Redacción Match Tenis
