El ATP de Buenos Aires 2016 puede estar marcando un cambio generacional en el circuito mundial. Al menos sobre arcilla. Lo cierto es que, sobre el polvo de ladrillo del Buenos Aires Lawn Tennis Club, Dominic Thiem dio el golpe al vencer a Rafael Nadal por 6-4, 4-6 y 7-6 (4).
«Esta victoria es muy especial para mí. La más importante de mi vida», expresó ante ESPNtenis.com, luego de su triunfo. Apenas comparable a la consumida ante Stan Wawrinka, partiendo de la qualy, en el Masters 1000 de Madrid en 2014, cuando aun le esperaba una pretemporada en el servicio militar de su país: «Vencer a Nadal me genera mucha confianza para mi carrera».
En el Buenos Aires Lawn Tennis Club, el austriaco alcanzó, entonces, su quinta final ATP (tres títulos), con la particularidad de que todas se dieron sobre esta superficie. Comparado por ello -pese a su voluntad-, con su compatriota Thomas Muster, el más joven del cuadro principal en Buenos Aires y de todo el Top 30, con 22 años y cuatro meses, terminará siendo el último en irse.
Por contexto, esta semifinal ganada se trató de la más importante de su carrera: «Fue un cuadro muy difícil, el más difícil de la semana, incluso más duro que Rotterdam (ATP 500)», asentó antes de conocer a su rival del domingo. Luego de frustrarle a Nadal la chance de jugar su centésima definición ATP (solo cinco han sumado tantas definiciones), intentará ser el primer no español en consagrarse en este torneo, desde que lo hiciera David Nalbandian en 2008.
¿Las claves del zarpazo? «Para ganarle hay que ser agresivo. No hay posibilidad de ganarle de otra manera». Eso mismo aplicó en el match point en contra. «Tenía que acortar el punto y tuve suerte. Se dio para mí». Ante esa misma situación, llegó el elogio del propio Nadal, en relación al punto para partido que levantó el austríaco cuando servía 5-4 en el tercero. «No hice un mal partido. Pero él jugó el match point en contra a la línea. Bien por él».
El mismo dueño de nueve ediciones de Roland Garros ya aventuraba un choque duro: «Es un jugador completo. Buen drive, revés y saque. Con condiciones para jugar en pistas de tierra. Hay que apretarlo para que esté lejos de la línea de fondo».
Finalista en Roland Garros Junior 2011 y fanático del Chelsea londinense, se mantiene atento a todos los detalles. Por caso, es de los que prefiere apagar el ventilador para evitar cambios bruscos de temperatura, aun luego de jugar bajo 40º de temperatura ambiental, como lidió el viernes.
Hasta el mismo Ernests Gulbis, quien no es justamente uno de los destacados por mantener foco dentro de la cancha, supo valorar el potencial del austríaco: «Me ayuda mucho practicar con él. Ver a alguien tan joven con tanta motivación te empuja a querer ser mejor».
Redacción ESPN Deportes