En el centro del Masters 1000 de Shanghái se ha gestado una de esas historias que el tenis raramente regala: dos primos, Arthur Rinderknech y Valentin Vacherot, avanzaron simultáneamente a las semifinales, generando un ambiente familiar cargado de expectativa y orgullo.
Ambos llevaron consigo no solo sus raquetas, sino también el legado de una familia entrelazada con el deporte: la madre de Rinderknech, Virginie Paquet, fue jugadora profesional; y su hermana Nadine, madre de Vacherot, cimentó parte de ese vínculo común que hoy tiene repercusiones en la cancha.
La ruta de cada uno hacia las semifinales ha sido distinta pero igualmente épica. Vacherot, que llegaba al torneo con un ranking muy bajo (204.º) y comenzó desde la fase previa, protagonizó una remontada espectacular en cuartos: derrotó al sembrado Holger Rune por 2-6, 7-6(4), 6-4, convirtiéndose en el segundo jugador con ranking más bajo en alcanzar esa instancia en un Masters desde 1990.
Mientras tanto, Rinderknech realizó una demostración de solidez ante Félix Auger-Aliassime, al que venció en sets corridos (6-3, 6-4) y se aseguró su primera semifinal en un torneo de este calibre.
Ahora, las semifinales proponen dos desafíos de máximo nivel. Vacherot se medirá con Novak Djokovic, quien venció previamente a Zizou Bergs para asegurar su lugar en la penúltima ronda. Rinderknech, por su parte, tendrá enfrente a Daniil Medvedev en un duelo que demanda equilibrio entre potencia y temple. Si ambos consiguen salir airosos, se abriría la posibilidad de algo histórico: un enfrentamiento entre primos en la final de un Masters 1000.
Más allá de los resultados, los datos revelan el tamaño de lo que está en juego para ellos. Vacherot, proyectado a entrar al top 100 gracias a esta actuación, ya se ha asegurado su salto en el estatus del circuito. Rinderknech, por su parte, con esta carrera podría reingresar al top 40, consolidando que su madurez como jugador ha llegado en el momento justo. Además, el respaldo familiar se ha convertido en un motor emocional: mensajes en el chat familiar, seguimiento de cada partido, y la ilusión de que ambos puedan seguir avanzando han inundado de calor humano esta fase del torneo.
View this post on Instagram