La número 1 del mundo busca igualar a Steffi Graff y romper la maldición sorprendente en 2016. Serena ha perdido 2 finales de Grands Slams (precisamente una contra Kerber en Australia) durante el presente curso, pero la hierba de Londres puede ser un lugar único para entrar en la historia. Su rival nacida en Bremen ha firmado un curso irregular con brillantes actuaciones y derrotas sorprendentes en primeras rondas. Además, la número 3 del mundo, venció a Venus Williams impidiendo otra final de las hermanas Williams.
Serena no ha tenido excesos problemas en su camino por el mítico torneo de hierba. Llega a la final sin desgaste físico excesivo y eso multiplica sus opciones de ser campeona sobre el pasto de Londres. Campeona 6 veces, la hierba se adapta estupendamente a las condiciones brutales de la estadounidense marcando siempre la diferencia gracias al mejor saque de la WTA. Sus golpes letales son más complejos de devolver porque la pelota realiza un bote irregular y este factor debe favorecer intercambios menos largos entre ambas tenistas. La menor de las Williams deberá también atacar sin paliativos el saque de la tenista alemana que tiene altibajos y Cibulkova por ejemplo fue capaz de anular en bastantes ocasiones. Pasando rondas, ganando partidos con solvencia, la «Pantera» busca la final de Londres consciente de la importancia de este triunfo en su carrera.
Kerber dio el gran salto en 2016 derrotando a la excelente jugadora norteamericana en Australia. Consolidada en el top ten, ofrecía un menor rendimiento contra las jugadoras TOP y este año empezó a cambiar esa tendencia. Basada en un tren inferior sobresaliente, Kerber a nivel defensivo puede ser la «Rafa Nadal» de la WTA y luego la derecha consigue bastantes winners. Angelique sabe los problemas que arrastra últimamente Serena cuando sus rivales obligan a golpear a la «Pantera» en carrera. Si la estategia de la germana tiene como plan un rol pasivo estará en las manos de Serena y la victoria perderá opciones. Kerber buscará con su derecha letal mover a la menor de las Williams e intentar que golpee de revés.
En 1999 ganó Serena Williams el primer Grand Slam en su brillante trayectoria profesional. Más de 15 años después, cerca de cumplir 35 años ganar en Wimbledon sería una gesta que marcaría su nombre en la historia del tenis. Estas semanas ha dejado sensaciones excelentes y sus problemas de rodilla han estado ausentes durante el torneo. Por otro lado, Kerber de no favorita es una rival temible porque jugaría en modo agresivo sin nada que perder. La presión de la historia frente a la ilusión por romper los pronósticos. Pase lo que pase, nos espera una batalla con tintes cinematográficos solo apta para valientes.
[author image=»https://media.licdn.com/mpr/mpr/shrinknp_400_400/p/3/005/09a/0da/1825e08.jpg» ] Alejandro Pinedo Solano: @Alejandropine29 El ojo de halcón da otra visión del tenis. Juego a juego, se ganan los partidos y el respeto[/author]