Con una soberbia presentación, Caroline Wozniacki, se coló por segunda vez en su carrera en la final del WTA de Stuttgart, tras vencer la rumana Simona Halep, en dos horas y cincuenta y ocho minutos de juego, con parciales de 7-5, 5-7, 6-2. Para acceder a la victoria, la danesa tuvo que mostrar su mejor versión, en una superficie que no le sienta del todo bien.
La historia de la ex número uno del mundo en tierra batida no muestra sus mejores dividendos. Desde 2011 no accedía a una definición sobre este terreno (Bruselas), y apenas ha disputado ocho finales en esta superficie, de las cuarenta que tiene en su palmarés. Los títulos de Bruselas (2011), Charleston (2011) y Ponte Vedra Beach (2009, 2010), y las finales de Chaleston (2009), Madrid (2009), Bastad (2009) y Stuttgart (2011) eran hasta la fecha su respaldo, que cada vez se veía más lejos.
Sin embargo, esta semana en el Porche Tennis Gran Prix, día a día fue escribiendo su nombre en la arcilla del campo principal, lugar donde disputó los partidos que la terminaron depositando este sábado en la final, de un torneo Premier, tres años después (Moscú 2012).
Apelando a la memoria, la número cinco del planeta, ronda a ronda fue tumbando a rivales de peso. En su debut, se deshizo de la siempre complicada Lucie Safarova, que busca incansablemente el top 10. Luego, tomó revancha de su derrota el año pasado en este evento y con contundencia despachó a casa a Carla Suárez Navarro, apenas cediendo tres games, y finalmente, acabó con la semana de la Simona Halep, en un partido que expuso, su mejor versión en arcilla en mucho tiempo.
Desde el fondo de la cancha fue inquebrantable. Resistió los ataques de la rumana en todo momento, y cuando buscó el punto, sus tiros ganadores de revés la respaldaron. 30 tiros directos ante 26 errores no forzados, datan lo anterior.Su camino a la primera corona en Stuttgart está a tan solo una victoria. Este domingo, buscará levantar su título 24°, cuando enfrente a Angelique Kerber, que venció Madison Brengle 6-3, 6-1. (El historial está en su contra, pues ha perdido cinco de los nueve partidos que han disputado).
Esta Wozniacki, versión arcilla, parece estar lejos, de la de años atrás. Con un estado físico, como gran base, y una regularidad notable, da pasos agigantados en una superficie que nunca le sentó bien. En Alemania busca su segundo título del año, tras el alcanzado en Kuala Lumpur.
Redacción MATCH TENIS