El croata no obtenía una victoria en Madrid desde la temporada 2015.
En otro momento, para Marin Cilic habría sido apenas un trámite tener que medirse con Martin Klizan en la primera ronda de cualquier torneo. Pero el presente que atraviesa el croata de 196 centímetros generaba una incógnita para este choque, puesto que en cuatro de sus seis torneos previos al Mutua Madrid Open se había despedido tras caer en el debut.
La mala racha comenzó después del Australian Open con una caída en primera ronda del ATP 500 de Doha ante Gael Monfils; A pesar de estrenarse con victoria en Indian Wells, cayó en tercera ronda ante Denis Shapovalov y después encadenó tres derrotas exprés en Miami (vs. Andrei Rublev), Montecarlo (vs. Guido Pella) y Hungría (vs. Pablo Cuevas).
Por eso, el triunfo que capturó este lunes por 6-4, 2-6 y 7-6(0) ante Klizan significó un envión anímico, aprovechando que no defiende puntos durante la semana de acción en la Caja Mágica, ya que en 2018 estuvo ausente. De hecho, el balcánico no salía vencedor de un choque sobre la arcilla madrileña desde 2015, cuando superó en su debut al checo Jiri Vesely conm parciales de 7-5 y 6-1.
Esta vez, Cilic tendrá la oportunidad de romper dos maleficios relacionados con cuartos de final, fase que nunca ha disputado en sus nueve apariciones previas en la capital española y en la que aún no ha inscrito su nombre en ninguno de los seis torneos previos que ha disputado hasta ahora en 2019.
Su próximo rival será el alemán Jan-Lennard Struff, verdugo de Nick Kyrgios en la jornada del domingo. La serie entre el croata y el teutón está iguala en una vitoria por lado: Cilic se impuso en la segunda ronda del ATP 250 de SIdney (2014) y Struff hizo lo propio en la misma instancia del ATP 500 de Tokio en 2018.
Redacción Match Tenis