El tandilense está de vuelta en las semifinales de Roland Garros, nueve años después.
Las dudas que rodeaban a Juan Martín Del Potro en su arribo a París no existen más. La capacidad de resiliencia del argentino ha derribado obstáculos de todo tipo y lo ha catapultado al lugar del que -tal vez- no se habría ido jamás, de no ser por los problemas físicos que lo han afectado a lo largo de su carrera.
Su victoria ante Marin Cilic (7-6(5), 5-7, 6-3 y 7-5) en el último duelo de cuartos de final no sólo significó su paso a la semifinal en el segundo Grand Slam de la temporada; además, se convirtió en un desahogo después de las situaciones que vivió hasta durante varios años. «Cuando gané, lloré. (…) Estuve muy cerca del retiro», confesó el tandilense, quien, visiblemente emocionado expresó: «No tengo palabras para describir lo que siento. Es un gran momento también para mi equipo y mis padres».
«Estoy muy contento de haber tomado la decisión de jugar aquí». Y cómo no, si a partir del próximo lunes, ‘Delpo’ aparecerá como el Nº 4 del mundo, ocho años y cinco meses después de la primera vez alcanzó dicha posición, un 11 de enero de 2010. «Me esforcé día tras días para regresar al circuito. Jamás me imaginé estar en semis, casi diez años después«, dijo en medio de los aplausos de todos los presentes en la Suzanne Lenglen.
‘La Torre de Tandil’ disputará su segunda semifinal sobre la arcilla parisina, luego de la que perdió en cinco sets ante Roger Federer en 2009. La de este año será igual o incluso más difícil que aquella de hace nueve años, pues, enfrente tendrá al mejor de todos los tiempos sobre tierra batida. «Nada es casi imbatible acá en Roland Garros», sostuvo, mostrándose consciente del grado de complejidad del partido ante el Nº1; sin embargo, avisó que «Federer, Nadal, Djokovic nos mostraron cómo jugar las semifinales en los grandes torneos».
Ya ha quedado demostrado en más de una ocasión que para Del Potro no hay imposibles. Mañana, en la Philippe Chatrier, se medirá ante el diez veces campeón por 15ª ocasión (9-5 a favor del español) y espera dar el batacazo, porque, como dijo minutos después de sentenciar su victoria ante Cilic, «las lesiones quedaron en el pasado».
Redacción Match Tenis
