Stan Wawrinka y Novak Djokovic se reencontrarán una vez más en Melbourne Park para disputar unas semifinales. El suizo derrotó a Kei Nishikori en tres parciales, mientras que el serbio hizo lo propio con Milos Raonic.
Conocidas las victorias de Tomas Berdych y Andy Murray en la jornada del martes en el Abierto de Australia y por ende, los primeros dos semifinalistas del torneo, el turno fue para los otros cuatro tenistas en contienda. En el primer duelo, un partidazo por donde se le mirara. Dos de los jugadores que en el 2014 expusieron su mejor tenis y dejaron ver sus capacidades para hacerse hueco entre los mejores del circuito. Stan Wawrinka, de un lado, campeón el pasado año en Melbourne; y Kei Nishikori finalista del US Open cayendo en las garras de Marin Cilic.
En lo que era una lucha de potencia, precisión y concentración terminó prevaleciendo el suizo por 6-3, 6-4, 7-6. Wawrinka paso a paso viene demostrando su afinidad con el suelo australiano y deja en firme sus ganas de reconquistar el trofeo que entrega el Abierto de Australia. Una de las dudas antes del inicio del torneo era precisamente si el cuatro del mundo podría revalidar el título en Melbourne Park, luego de un 2014 donde vivió entre las sombras después de mitad de año. Sin embargo, el de Lausanna ya confirma con su andar que la gesta puede ser posible.
Ante el japonés todo fue inspiración. La pelota le corría como viento en otoño y la impactaba con la firmeza de un escultor ante una pieza de mármol. Los dos primeros sets los ganó a su gusto. Ajustó la maquinaria a su precisión y en 75 minutos ya se había asegurado más de la mitad del boleto que lo enviaba directamente a la ronda de lo cuatro mejores. La tercera manga fue, tal vez, la más disputada. Nishikori se aferraba a su saque como si estuviera en río revuelto, mientras que Wawrinka mandaba disparos con el revés tratando de derrumbar la muralla del nipón. Ante eso, todo se fue al tiebreak, momento donde el helvético contó con cinco bolas de partido de manera consecutiva y en un acto heroico el cinco del mundo las salvó para continuar con vida. En el sexto match point llegó el respiro de Wawrinka.
En el turno de la noche, el espectáculo quedaba a cargo de Novak Djokovic y Milos Raonic, encuentro de potencia y fineza. El serbio enfrentó el partido teniendo el historial de la mano y la experiencia que lo ha llevado a conquistar el plexicushion en cuatro oportunidades. Desde el primer punto, el balcánico ejerció presión ante el potente saque del canadiense y aunque tuvo sus chances no fue sino hasta el tiebreak donde pudo desestabilizar a su rival. Con la ventaja de lado, Djokovic expuso un festín en la pista y dejó sin posibilidades a un Raonic que trataba de llegar a su segunda semifinal de Grand Slam en carrera. El resultado final: 7-6, 6-4, 6-2.
Una vez más, frente a frente, Djokovic y Wawrinka se mirarán a los ojos en un enfrentamiento que parece estar destinado año tras año a disputarse en la Rod Laver. Duelo que promete ser intenso como los dos anteriores del historial, marcado por el ritmo frenético y que tranquilamente puede extenderse hasta el final de la noche australiana.
Redacción MATCH TENIS
