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El bochornoso espectáculo de una reina

por Andrés Peraza
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En la misma fecha en la que Margaret Court ganó su vigesimocuarto título en torneos Grand Slam en el año 1973, la estadounidense Serena Williams pudo haber igualado dicha cifra, y en el mismo escenario, pues hace 25 años la ‘aussie’ celebraba en el US open su última corona en un ‘major’. Sumado a ello, la menor de las Williams tenía otro récord en la mira, y era convertirse en la tenista con más ‘aces’ en una sola edición del torneo neoyorquino, pues llegaba a la final con 64 saques directos, seis menos que su propio registro; sin embargo, tan solo conectó tres.

Y es que el último obstáculo era la japonesa Naomi Osaka, una tenista de tan solo 20 años y quien afrontaba su primera final de Grand Slam y ante un público que en su mayoría se inclinaba por la jugadora local. No obstante, a la nipona se le vio sólida, muy superior de principio a fin y poco pudo hacer Serena ante la naciente estrella del país del sol naciente.

El partido tomó un giro de 180° a partir del segundo game del segundo set cuando el juez de silla portugués Carlos Ramos le puso una warning a Serena por un aparente gesto de coaching desde su banquillo, algo prohibido en el desarrollo de un partido. Williams le dijo a Ramos que su entrenador, Patrick Mouratoglou, le dio el visto bueno, que es solo un “Vamos”. “No hago trampa para ganar, prefiero perder”, se escuchó a Williams decirle a Ramos.

Serena le quebró a su oponente en el cuarto game, pero no pudo ratificar la ventaja, por lo que su raqueta pagó los platos rotos. Ante esa situación, el luso sancionó a Williams con un punto, con lo que empezó abajo 15-0 en el sexto game y en el cual sacaba Osaka. “No hice coaching, no lo hice, nunca hice trampas en mi vida. Cada vez que juego acá hay problemas. Me debes una disculpa. Tengo una hija y defiendo lo que es correcto”, esbozó la norteamericana ante esta situación.

Raqueta serena dañada

Raqueta de Serena Williams tras perder su saque. Cortesía/USTA/Darren Carrol

Naomi ganó su juego y luego quebró de nuevo, por lo que ambas se fueron al descanso. Tras levantarse de la silla, Serena trató de “ladrón” a Ramos, que respondió con una game de penalidad, con lo cual pasó a perder 3-5. Desesperada, rompió en llanto justo en el instante en que ingresaban las autoridades de conducta, el referee del torneo, Brian Earley, y la supervisora del WTA Tour, Donna Kelso. La menor de las Williams se desahogó, pero nada hizo que cambiara la decisión de Ramos. Serena volvió a jugar, ganó su game, pero no pudo en el siguiente juego, en el que Osaka de forma magistral selló la final, en medio de un abucheo por parte de los asistentes.

Al final del partido Patrick Mouratoglou, entrenador de Serena expresó. “Esas reglas están matando al tenis. No permitir que los jugadores expresen sus sentimientos es estúpido. Creo que no es un gran problema romper una raqueta”.

Lo único claro es que Naomi, la nueva reina del US Open fue ajena al bochornoso espectáculo de su oponente, quien con sus palabras echó a perder lo que era una fiesta.

Redacción Match Tenis

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