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Jayson Mathiou, el motor de la mejor pareja de dobles del mundo

por Andrés Peraza
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«Ellos saben lo que se necesita para ser los mejores del mundo», asegura su fisioterapeuta en una charla exclusiva con Match Tenis.

Dicen que los triunfos se saborean mejor estando acompañados por las personas que más queremos. La emoción viene con una dosis de complicidad. Aquellos que nos rodean son testigos -como nadie- del esfuerzo diario por alcanzar lo que nos proponemos. Y eso fue lo que ocurrió el sábado 13 de julio con Juan Sebastián Cabal y Robert Farah en plena cancha central de Wimbledon.

Si lo ponemos en términos biológicos, la dupla colombiana estaba sola en medio del estadio más mítico del planeta tenis. Pero a tan solo unos metros -en el box– se encontraba la familia que han construido durante su recorrido en el circuito mundial. Aquel día, los campeones estuvieron acompañados, entre otros, por Jeff Coetzee -su entrenador desde 2014- y Jayson Mathiou -su fisioterapeuta-, dos de las personas con las que más tiempo han compartido en los últimos diez meses.

Jayson es australiano, tiene 25 años y desde pequeño ha estado ligado a los deportes. Es hijo de un ex rugbier profesional, jugó al golf durante varios, pero cuando llegó el momento de apostarle a ser deportista profesional optó por especializarse en ciencias de la salud. Aun no ha cumplido su primer aniversario como parte del equipo Cabal – Farah, pero su historia junto a ellos comenzó mucho antes.

Jeff y Jayson

Jeff Coetzee (der) y Jayson Mathiou (izq) durante la final en Wimbledon

«Siempre tuve claro que si no podía ser deportista de élite, trabajaría en algo que me permitiera estar cerca al deporte«, afirma quien se cruzó en el camino de los reyes de Wimbledon gracias a Belén Mozo, la novia de Farah. «Volví al golf tras haber estudiado y empecé a trabajar con Belén. A ella le gustó mi trabajo, así que empezamos a viajar por el circuito y en ese lapso vinimos un par de veces a Colombia, donde conocí a Robert». A pesar de no estar trabajando juntos en esa época, Jayson le hacía tratamientos al tenista colombiano y lo asesoraba ocasionalmente.

Un cambio de aire necesario…

Pasaron los años y Jayson seguía desempeñándose en el glamuroso mundo del golf, pero la vida le pedía nuevos retos. Terminó su postgrado en fisioterapia y entendió que era el momento de dar el salto. «Me sentía muy a gusto viajando junto los mejores golfistas del mundo, pero interiormente necesitaba un cambio, así que contacté a Robert, y luego de una charla de Juan, decidimos empezar a trabajar», recuerda el oceánico, que desde septiembre de 2018 entró en el día a día de la dupla cafetera.

Desde entonces han transcurrido diez meses repletos de intensidad. Haciendo un breve recuento de ese lapso, Cabal y Farah han disputado dos semifinales de Grand Slam -US Open y Roland Garros-, una más en su debut absoluto en el Torneo de Maestros, y como dejar por fuera los trofeos que levantaron en el ATP 500 Barcelona, el Masters 1000 de Roma, el ATP 250 de Eastbourne y, por supuesto, Wimbledon.

«Ser parte de este equipo es una linda locura. Somos una familia. Solemos ser los cuatro viajando por el mundo, y cuando es posible, nos acompañan Belén y Taco- su perro- (por el lado de Robert), Juliana Vásquez y el niño (por el lado de Juan). «Hemos aprendido a conocernos a nivel profesional y a nivel personal, me encanta vivir esta experiencia».

Tanto tiempo conviviendo juntos, «veinticuatro siete» -como lo dice el propio Mathiou-, ha creado un vínculo tan fuerte como exigente. El momento deportivo que atraviesan las raquetas de nuestro país es producto de la constancia de más de dos décadas, y es por eso que las labores de quienes hoy los acompañan deben ser impecables. «Me siento afortunado y sé que es una gran responsabilidad, pero disfruto el reto de ser yo quien deba brindarles las herramientas para que estén sanos y en condiciones de competir al máximo nivel», asegura sin titubeos.

Un punto de quiebre en la relación

Lo ocurrido en Wimbledon es insuperable, de eso no hay duda. Pero hay momentos en los que, incluso hechos que no tienen la misma relevancia lo vivido en Londres, son determinantes para cerrar ciclos o -en este caso- para afianzar la confianza. Así lo cuenta el propio fisioterapeuta de los campeones:

«En Barcelona viví uno de los momentos más especiales desde que trabajo con ellos. Juan venía lesionado desde Montecarlo -donde perdieron en segunda ronda-, estaba teniendo problemas físicos y las sensaciones no eran muy buenas, pero le pedí que tuviera fe en mi y lo que tenía en mente para ayudarlo a recuperarse«, explica. «Por fortuna mejoró, fue tomando confianza con el paso de los días y cerrar esa semana con el título para mi fue bastante especial. Siento que generé credibilidad en los chicos y que la relación como equipo se fortaleció aún más».

Barcelona

Esa misma confianza fue la que experimentó el australiano durante la maratónica final ante los franceses Nicolás Mahut y Edouard Roger-Vasselin. «Fue un partido lleno de tensión, pero siempre sentí que los chicos estaban para ganar», confiesa (…) Su energía transmitía que algo especial iba a ocurrir ese día. Lucían decididos a ir por todo. Me enorgullece haberlos visto ganar el título, porque sé cuán duro trabajan y conozco los sacrificios que hacen durante el año».

Las enseñanzas

«Definitivamente, mi español es mucho mejor ahora», lanza Jayson en medio de risas; pero su gesto cambia cuando piensa en los valores que caracterizan a los dos hermanos que le da hado el deporte blanco. «Una de las cosas que más destaco de Robert es que se preocupa mucho por las personas que lo rodean, y asimismo espera lo mejor de su parte. Él espera lo mejor de mí, porque quiere lo mejor para mí vida y considero que es una cualidad muy valiosa en una persona. Cree en las capacidades de la gente que lo rodea y eso, al menos a mí, me motiva a trabajar todos los días».

¿Y de Juan Sebastián? «Admiro la forma en que trabaja por el bien de su entorno. Cuida mucho a su familia, a sus amigos y eso lo hace muy especial. Además, sabe mantener la calma en momentos definitivos. Sé que interiormente experimenta lo que cualquier persona podría sentir en situaciones límite, pero siempre proyecta serenidad, lo cual considero muy valioso para un deportista».

Un camino de gloria por recorrer…

Ahora que los colombianos -y su equipo- lideran el escalafón mundial masculino de dobles, y la Race to London, tras haber inaugurado su palmarés de títulos en torneos de Grand Slam, parece que la historia grande apenas empieza a escribirse. Sin duda, este abanico de logros es fruto de los cinco años de trabajo junto a Coetzee y también del salto de calidad que ha significado la labor de Jayson, quien, sin embargo, prefiere darle el crédito a los jugadores.

«No puedo pensar que yo también soy número uno del mundo; prefiero enfocarme en dar lo mejor de mí para permitirles a ellos continuar como los mejores en esta modalidad durante los próximos 5 años. Tengo una gran responsabilidad, pero el mérito es de ellos», asegura. «Ellos saben lo que se necesita para ser los mejores del mundo».

¿El futuro? «Soy muy ambicioso, creo mucho en estos chicos… Siento que este es apenas el comienzo«.

[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]

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