El tenista español derrumbó al segundo favorito al título en el Masters 1000 de Miami.
«Te lo dije, te lo dije» fueron las palabras de David Ferrer, mirando a la grada – quizás a su mujer’- segundos después de que la pelota saliera del campo y se confirmara una de las victorias más importantes de su carrera en los últimos años (2-6, 7-5 y 6-3 ante Alexander Zverev).
Para Ferrer el partido estuvo cuesta arriba a pesar de mostrar un tenis compacto y regular que puso en uno que otro apuro al alemán en la primera manga, aunque el marcador dijera lo contrario. Sin embargo, el segundo parcial fue la muestra de que el de Javea todavía tiene tenis de competencia pese que a su retiro está pactado en poco más de un mes.
Estuvo 4-2 arriba pero su rival reaccionó y se puso 5-4. Las luces parecían apagarse pero ‘El rey David’ sacó a relucir ese fuego interno que lo caracteriza y para sorpresa de todos estiró el partido a un tercer set (7-5).
Con la moral en alta, el jugador de casi 37 años, le mostró a Zverev que para ganar un partido no solo se necesita talento y punto a punto, game a game (consiguió dos quiebres), fue consolidando una victoria que quedará para siempre en su vitrina, pues en una de sus últimas batallas, puede darse el gusto de decir que superó ‘al futuro número uno del mundo’, como suele llamar al teutón.
Tras su victoria, el exnúmero 3 del mundo y finalista de este torneo en el 2013, alarga, por lo menos, un par de días más su estancia en Miami, hasta que se enfrente a Frances Tiafoe en la tercera ronda, en lo que será el primer duelo entre ambos.
Redacción Match Tenis