No cabe la menor duda que Laura Villamil es la mejor tenista colombiana de la generación 2011, prueba de ello, su clasificación a la Gira Europea, dándose el lujo de jugar los primeros cinco torneos (son diez) de la Gira Suramericana Cosat 2024-2025; liderar el equipo colombiano que se consagró en el Campeonato Suramericano y clasificar a Wimbledon, son razones suficientes para afirmarlo. De hecho, será la primera jugadora colombiana en competir en la arcilla londinense en la categoría de 14 años.
“Ser la primera colombiana en competir en Wimbledon Sub-14 tiene mucho significado, porque es un privilegio tener la posibilidad de representar a mi país a tan alto nivel; además es el torneo de mayor prestigio del mundo y desde mis inicios en el tenis soñé con jugar allí. Es una meta cumplida y sueño con dejar el nombre de mi país en alto”, expresó Laura a los micrófonos de Match Tenis.
En el césped londinense, Villamil tendrá como entrenadora a Fabiola Zuluaga, un motivo más para llenarse de felicidad. “Tenerla a ella es un privilegio, pues vivió de primera mano esta competencia a nivel profesional y tiene demasiada experiencia en todo sentido; además, tenemos muy buen feeling, ya que hemos tenido la oportunidad de compartir, logrando muy buenos resultados. Es un honor disponer de la mejor tenista colombiana de todos los tiempos”.
La jugadora bogotana, de tan solo 13 años, se ganó el derecho a jugar este certamen, a realizarse en las míticas canchas de césped del All England Lawn Tennis & Croquet Club, tras alcanzar la final en la Copa Cosat, realizada en la Academia HWT en Sao Paulo (Brasil) en abril pasado.
Las limitaciones para entrenar
Tras liderar a Bogotá en la categoría de 14 años en el pasado Campeonato Nacional Interligas de Tenis, en el que los capitalinos se llevaron el título, Laura se enfocó en la preparación para llegar en óptimas condiciones a la cita londinense; sin embargo, la limitada cantidad de canchas de esta superficie en Colombia, la llevaron a ella y a su equipo de trabajo, a buscar alternativa para tratar de llegar de la mejor forma.
“Tuvimos que ser demasiado recursivos, por ejemplo, entrenamos en canchas de fútbol, teniendo en cuenta que también es césped, lo anterior nos sirvió para trabajar la movilidad y pique de la bola. En mi equipo de trabajo cuento con Alejandro Pedraza, quien ha ido muchas veces a Wimbledon y él supo escoger el mejor lugar para entrenar; también trabajé en canchas de pádel, cuya superficie se asemeja mucho al césped”, añadió.
A pesar de las dificultades, Villamil se siente con mucha confianza, gracias a la rápida adaptabilidad al pasto. “No se me dificulta mucho jugar en estas condiciones, siendo esta una gran ventaja. Mi sueño es realizar un gran trabajo allá”.