La nipona revirtió un set de desventaja para extender su racha a 15 triunfos consecutivos en Grand Slams.
Es cierto que a Roland Garros y a Naomi Osaka les ha costado entrar en sintonía, desde el debut de la número uno del mundo en suelo francés, en 2016. Un derrota en primera ronda (2017) y dos presencias en tercera ronda como mejor actuación (2016 y 2018) de la nipona, le dieron el impulso a Anna Karolina Schmiedlova para llevarse la primera manga en cuestión de 20 minutos.
La contundencia de la eslovaca puso en serio riesgo la marcha perfecta de Osaka en las dos últimas citas de Grand Slam -US Open y Australian Open- en las que fue campeona. Sin embargo, un 3-0 a favor de la asiática en el inicio de la segunda manga despejó el panorama, y aunque la lluvia emparejó nuevamente el trámite, fue ella quien se impuso en el tie break.
La tercera manga fue una un monólogo de la líder del escalafón WTA y jugadora del Team Yonex, quien capturó dos quiebres para sellar su paso a segunda ronda por 0-6, 7-6(4) y 6-1. Pero hay que recordar que su camino hacia el título es bastante espinoso; tras superar a la ex campeona del Claro Open Colsanitas (2018), Osaka se medirá ante Victoria Azarenka, que despachó en su debut a Jelena Ostapenko.
Redacción Match Tenis