La heptacampeona avanzó a los octavos de final por 15º ocasión en La Catedral.
A Serena Williams no la asusta que ocho de las diez integrantes de la élite femenina hayan quedado eliminadas de Wimbledon antes de finalizar la primera semana. La estadounidense continúa firme, luego de haber derrotado a la francesa Kristina Mladenovic con parciales de 7-5 y 7-6(2) en la tercera ronda. “Me siento muy contenta de estar donde estoy ahora y alcanzar estos resultados”, expresó la actual Nº181 del mundo tras su victoria.
Con los tres éxitos que ha cosechado en la presente edición, más los 14 que obtuvo entre 2016 y 2017 -años en los que fue campeona- la tenista de 36 años sumó su 17ª victoria al hilo sobre el césped sagrado. Sin embargo, ella no se confía; su única meta es continuar adaptándose al ritmo de competencia para retornar a la cima. “He estado trabajando muy duro, no hay partidos fáciles acá… por eso hemos visto tantas decepciones este año”, expresó.
En los octavos de final, su rival será la rusa Yevguenia Rodina, que eliminó a Madison Keys, luego de haberla superado por 7-5, 5-7 y 6-4. “No espero un partido fácil. En estos momentos, no soy una jugadora top en el aspecto técnico”, confesó la menor de las Williams.
Quien no la pasó tan bien fue su hermana Venus, que un rato antes se despidió de Londres, luego de caer ante la holandesa Kiki Bertens por 6-2 6-7 (5) 8-6. De esta manera, la finalista del año saldrá del top 10, mientras que su rival estará en la segunda semana de Wimbledon por 1ª vez en su carrera; allí enfrentará a la checa Karolina Pliskova, que le ganó a Mihaela Buzarnescu por 3-6, 7-6(3) y 6-1, para meterse entre las 16 mejores de Wimbledon por primera vez en su carrera.
Por su parte, la alemana Julia Goerges superó en un encuentro muy parejo a Barbora Strycova con parciales de 7-6 (3), 3-6 y 10-8 y en la próxima instancia jugará ante la croata Donna Vekic, quien se impuso sobre la belga Yanina Wickmayer por 7-6(2) y 6-1.
Redacción Match Tenis