El umpire patriota fue suspendido por dos años y medio, al no prestarse para amañar partidos
“La estoy pasando muy, muy mal”. Así empieza el relato del juez de silla venezolano y broche bronce de la Federación Internacional de Tenis, Armando Belardi, quien fue suspendido por espacio de dos años y medio, al no informar sobre el contacto que estableció con él una red de apostadores. “Mi pecado fue no informar, me quedé callado por miedo y acepto mi error”, añade.
El disgusto de ‘Nano’ -como lo conocen en el área del juzgamiento- pasa por el tiempo de inactividad, pues una juez de silla rusa, quien responde al nombre de Svetlana Teryaeva, incurrió en el mismo delito y tan solo fue sancionada con seis meses. “La gente de la Unidad de Integridad del Tenis (TIU) dice que por mi experiencia debía saber, pues llevó veinte años en este cargo; sin embargo, me pregunto: ¿Si un joven de 18 años roba un banco, y un hombre de 40 también, la pena es menor para el más joven? Me parece injusto lo que han hecho conmigo”, complementa.
“Sé de jugadores a quienes han sancionado por tres años, y un tiempo después les bajaron la pena al reconocer su participación en el amaño de partidos. No sé por qué no tienen la misma consideración conmigo, pues ni siquiera participe de estos actos delictivos”, expresa un desilusionado y derrotado Belardi. “Me quedan pocos amigos, muchos me dieron la espalda, algunos de mis colegas me bloquearon del WhatsApp por esta situación”.
Armando Belardi, juez de silla venezolano
El juez venezolano indica que trató de apelar la situación, pero al momento de hacerlo le pusieron cualquier cantidad de obstáculos, enviándolo a diferentes dependencias sin una respuesta positiva. “Es mucho tiempo, prácticamente representa mi muerte en el juzgamiento, una vez pasen estos dos años y medio, tendría que empezar desde cero, arrancando como juez de línea y a la expectativa de los cursos para ascender lentamente. Al olvido veinte años de experiencia”.
No obstante, esta situación es apenas una parte del calvario que vive. “Literalmente, estoy viviendo del apoyo de terceros, directores de torneos, amigos del extranjero me han ayudado, pues ni siquiera puedo dar clases de tenis, primero por la suspensión en la que se incluye el tiempo en que empezó la investigación; es decir desde agosto del año pasado, y luego por la pandemia. En la unidad residencial donde vivo, la única actividad que estoy llevando a cabo es la de vender helados”.
De esta manera, Armando Belardi vive extrañando aquellas épocas de bonanza en las que ganaba hasta mil dólares semanales por oficiar como juez de silla en diferentes torneos. “Jamás pensé vivir una situación como esta”, concluye.
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/532902040893022209/gonhrGnQ.jpeg” ]Francisco Vargas: Twitter @VargasPacho. Periodista especializado en tenis con una experiencia de 8 años en los diferentes circuitos de la ATP y WTA. Voice Over en eventos internacionales. [/author]
